Encuestas, propuestas y responsabilidades
Entre pactos y advertencias, reproches y rechazos se desarrollan las acciones para tomar las decisiones que darán vertiente a algo tan serio como es el voto ciudadano, a un distancia sólo 27 semanas. La especulación se ha desenvuelto en un ambiente de relativa expectación entre los personajes buscando ventajas para lograr convencimiento partidario y preferencias ciudadanas.
Mientras tanto, el Instituto Nacional Electoral promueve credibilidad y supervivencia, que le den la autoridad con cimientos sólidos, a su vez garantía de paz dentro del escenario internacional como peldaño y puente sustentable de paz y libertad. Esto es, confianza sólida para la población a la que no son ajenos elementos como la sujeción a la política económica global, con el correspondiente reflejo a México; particularmente previstos elementos en el Tratado de Libre Comercio -TLC-, sin resolución definitiva y hasta estado de ánimo que parecieran derivado hasta el deporte; sin descartar la observación de ejemplos nocivos en países de diversas partes del mundo, incluyendo latinoamericanos.
En la economía prevalece el precio del petróleo y su reflejo en los carburantes de empleo en los vehículos particulares y los dedicados transporte de productos industriales que afectan a los gremios empresariales y laborales con reflejo en la economía y potencial trazo de nuevas estrategias de infraestructura y empleo.
La intensa promoción de partidos y candidatos, propuestos por los propios partidos e independientes, deberá fincarse en fórmulas inmediatas y ulteriores con actuación eficiente y efectiva, sustentadas por desempeños fincados en posibilidades reales para la seguridad que otorgue tranquilidad con el empleo digno y suficiente de hombres y mujeres, convencidos de aportar también su esfuerzo a la superación de condiciones actuales negativas y de peligro social evidentes.
Convengamos en el imperativo de cambios, exigentes en las funciones gubernamentales, reclamantes de trabajo honesto, ajeno a la complacencia y complicidad, que vulneran la confianza y frustran el respaldo de ciudadanos en comunidades carentes de los elementos básicos aún para el sustento familiar. Las encuestas e investigaciones, nacionales y extranjeras, exponen riesgos y sus vertientes sobre los recursos humanos, naturales y de infraestructura. Las cifras son convincentes, aunque también de frecuente manipulación para fomento de intereses finalmente perjudiciales a la productividad.
En este escenario, los medios de comunicación masiva asumen un desempeño determinante de difusión, enfrentando competencia con las llamadas de las redes sociales. No sólo por los presupuestos cuantiosos otorgados a los partidos políticos, sino en cuanto conlleva responsabilidad respecto a los derechos humanos, entre los que figura la inducción del voto ciudadano cuidadoso en la elección de personas dotadas de capacidad y honestidad, para la cobertura de los niveles de gobierno en sus áreas Legislativa, Ejecutiva y Judicial; con la cual se alcance autentica justicia social.
Dios nos guarde de la discordia.
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DR