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En defensa de la Constitución: preguntas al Presidente

¿Quiere poner al país realmente en vilo para hacerse de más poder político? Presidente, rectifique

Presidente López Obrador, ¿de verdad lo ha pensado? ¿quiere acusarnos penalmente por el hecho de haber defendido la Constitución al votar en contra de su reforma eléctrica?

Fíjese muy bien lo que hicimos, protegimos la Constitución que hoy está vigente, que garantiza el derecho humano a un medio ambiente sano, sustentable y a una energía más barata y más limpia.

Puede usted, Presidente, estar o no de acuerdo con esta interpretación que hicimos —no se equivoque, es la misma que sostuvieron la gran mayoría de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia—, pero calificar como delito su defensa, es una afrenta absoluta al orden constitucional y democrático, ¿quiere eliminar a toda la oposición de la Cámara y quedarse como amo y señor del Congreso?

Ahora dígame, ¿qué diría la denuncia que presente ante el juez penal?, ¿que los legisladores de oposición cometen una conducta delictiva en contra de la patria, por defender la Constitución? ¿Es en serio?, ¿cuándo se ha visto esto? Nunca. Además, esa postura demagógica se acompaña con un discurso de odio, con listas facistoides puestas en “tendederos” para que la opinión pública conozca nuestras caras y nuestros nombres. ¿Quiere realmente provocar actos de violencia en contra nuestra y de nuestras familias por haber defendido la Constitución vigente?

Le recuerdo que la Constitución representa la soberanía del pueblo, del auténtico, no de una facción, no el de Morena y su coalición, sino del que integra a todo el pueblo de México. Ir en contra de la Constitución, así sea sólo de algunas de sus disposiciones, es estar en contra de la voluntad soberana del pueblo.

Presidente, ¿de qué le sirvió protestar “guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen”?. ¿O será Presidente que piensa que la ley no es la ley? ¿En verdad cree que usted sí puede reconvenir a las y los legisladores de oposición y violentar nuestras opiniones manifestadas en el desempeño constitucional de nuestros cargos? Si usted piensa eso entonces es porque la ley no es la ley y por lo tanto su protesta de hacer guardar la Constitución, vale un comino, o a lo mejor, ni eso. Nada más dígame una cosa, lo que resolvió el Constituyente Permanente en el 2013, ¿es o no es la Constitución?

Es lógico que ustedes ya no no puedan reformar la Constitución. No cuentan con los votos legislativos necesarios. Los perdieron, grábense eso. Sin nosotros, los opositores, no hay cambio constitucional posible.

En junio pasado la coalición de Morena sólo obtuvo un poco más de 20 millones de votos, casi 3 millones de votos menos que la oposición. Ahora la oposición, con sus casi 23 millones de votos depositados en las urnas obtuvo mayoría sobre su coalición política.

Usted, Presidente, olvida lo que ocurrió en la elección pasada, acaba de presentar su iniciativa de reforma electoral, de la misma manera que presentó su reforma eléctrica: sin una mesa previa de diálogo, sin haber tenido nunca un solo acercamiento con la oposición para construir un cambio, que requiere de un amplísimo consenso. Así, su reforma electoral nace muerta, pero también por los absurdos que plantea al vulnerar la autonomía e independencia del INE.

Presidente, ¿por qué hace todo lo posible para que sus iniciativas fracasen? Con esta reforma electoral, más pronto que tarde vendrá su frase predilecta: “que no le muevan ni una coma”.

Presidente, ¿qué quiere lograr con todo esto? (i) exhibir a los opositores con mentiras y demagogia para recuperar terreno en las futuras elecciones; (ii) distraer a la sociedad de los grandes problemas nacionales que estamos padeciendo; (iii) Seguir polarizando a la sociedad para cohesionar a su base política, independientemente del odio y la violencia que provoque, inclusive al punto de volver inoperante al Congreso.

¿Quiere poner al país realmente en vilo para hacerse de más poder político?, ¿no existe alguien Presidente, que lo aconseje bien, que lo ayude y le explique, que el país necesita paz, unidad entre los mexicanos, conciliación con la oposición, diálogo político y evitar que usted nos vea como enemigos que debe exterminar?

¿Querrá hacer lo mismo con la reforma a la Guardia Nacional para que fracase y lo use de pretexto para esconder sus pésimos resultados? Es su nula estrategia en materia de seguridad —abrazos, no balazos— lo que nos tiene en un país consumido por la violencia y el crimen organizado.

Presidente, rectifique, aún le quedan un par de años para corregir el rumbo y evitar quedar en el oprobio de la historia como un Presidente que le dio trato de enemigos de la patria a los opositores por defender la Constitución, que dividió a la sociedad en cada oportunidad, que usó y manipuló a sus huestes para amenazar violentamente a los opositores, que le dio la espalda a los mexicanos y les canceló la oportunidad de un mejor futuro y que obtuvo los peores resultados que un Presidente haya tenido en la historia moderna de México.

Diputado del PAN

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