En 40 años, la relación más tensa
Este debe ser sin duda el momento más álgido de la relación bilateral México-Estados Unidos de los últimos 40 años.
Particularmente, la última semana ha generado un preocupante compendio de dimes y diretes pasados por agravios, descalificaciones e insultos emanados de Palacio Nacional que apuntan como misiles al Congreso y la Casa Blanca.
No se puede desestimar la tempestiva visita -en fin de semana- de una delegación estadounidense para entrevistarse con el Presidente de la nación. Y por más que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, se haya esmerado en salir rápidamente a redes para hacer saber a los mexicanos que se trató de un encuentro cordial, es fácil advertir que quizá la charla estuvo un par de rayitas arriba de lo que publicó:
“Terminó la reunión con senadores y diputados de los Estados Unidos, muy bien. Tod@s respetuosos de México y su Gobierno. Se abordó desde migración, frontera norte, transistmico, tráfico de armas y fentanilo hasta integración económica. Cordial y muy buen encuentro !!”.
Dice un conocido refrán que “explicación no pedida justificación manifiesta”: Ebrard afirmó el encuentro se llevó en armonía, pero las posturas, reacciones y declaraciones nos dan otra lectura.
Congresistas, que ya de algunos meses atrás han venido proponiendo se declare terroristas a los cárteles mexicanos para que el Ejército de su país entre a combatirlos, han provocado reacciones iracundas del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien los ha tachado de injerecistas; incluso el moderado canciller Ebrard advirtió “sobre mi cadáver” cuando se refirió a la iniciativa de los estadounidenses.
“México debe hacer más”, dijeron el domingo los integrantes de la delegación estadounidense tras condicionar: “…para que podamos mantener nuestra asociación económica y cultural históricamente fuerte”.
Un día después, el Departamento de Estado de la Casa Blanca hizo enfurecer nuevamente a López, luego que el “2022 Country Reports on Human Rights Practices” afirmara que impunidad, abusos, desaparición forzada, tortura, corrupción gubernamental y violencia contra periodistas persisten en México.
Lo mínimo que el Presidente les contestó es que “son mentirosos”, en tanto el Departamento de Estado reviró que ellos no esconden “los problemas debajo de la alfombra”.
AMLO ha amagado con llamar a los “40 millones” de mexicanos que residen en el país vecino del Norte para que no voten por el Partido Republicano luego de que algunos de sus miembros han propuesto una intervención en nuestro país, pero el ex embajador Arturo Sarukhan le hizo una precisión:
“Primero, los datos duros y la terca realidad. Hay cerca de 39 millones de mexicanos y mexicoamericanos (ciudadanos estadounidenses que tienen raíces u origen mexicano) en EU. De ese total, 11 millones son nacidos en México, de los cuales 5 millones son indocumentados; es decir, evidentemente no pueden votar ahí. Del restante, no todos ostentan la doble nacionalidad y un buen número de ellos son aún menores de edad. Por ende, estamos hablando de cerca de un universo de aproximadamente 15 millones a lo sumo que podrían votar. Si bien la mayoría lo hacen por el Partido Demócrata, y ello explica ganancias importantes en estados como Arizona, Colorado, Nevada y Georgia, en 2016 y 2020 el número de votantes de origen mexicano votando por el Partido Republicano ha aumentado significativamente (sobre todo entre hombres adultos jóvenes) en Florida y el sur de Texas. En esta última zona en particular cabe destacar que el aumento del voto a favor del GOP -y de Trump- en 2020 está relacionado con los abrazos de López Obrador a Trump en la Casa Blanca en plena campaña electoral ese año y el alcahueteo electoral vía spots que la campaña de reelección de Trump hizo de las declaraciones zalameras del Mandatario mexicano.
Los hispanos en general, que se estima que 34.5 millones de ellos fueron elegibles (poco más de la mitad de todos los hispanos en el país, 53 por ciento) para votar en 2020, constituyen un 14.3 por ciento del total de votantes elegibles en Estados Unidos. A nivel nacional, emitieron 16.6 millones de votos en 2020, un aumento del 30.9 por ciento con respecto a las elecciones presidenciales de 2016, y apoyaron a Biden sobre Trump por un margen de casi 3 a 1 en Arizona, California, Colorado, Illinois, Nuevo México, Nevada, Nueva York, Pensilvania y Wisconsin. Los hispanos eligieron a Biden sobre Trump con un margen de 2 a 1 o más en los estados de Texas, Georgia, Washington y Florida. Una cómoda mayoría de votantes de origen hispano, aproximadamente el 61 por ciento, apoyó al presidente Biden, pero hubo un giro de aproximadamente 8 puntos porcentuales hacia Trump, según datos a boca de urna comparando candidatos Demócratas y Republicanos en 2016 y 2020.
Segundo apunte. Particularmente en los temas de seguridad binacional, los episodios de tensión tienden a favorecer posiciones de los extremos en ambos países. Asignar culpas nacionales a los que son sin duda problemas trasnacionales ha sido una posición default -y errónea- a ambos lados de la frontera en momentos distintos de la relación bilateral. Si el problema es común, la solución tiene que ser común, y sólo avanzaremos si asumimos una responsabilidad compartida. Pero de por sí Trump evisceró ese principio no escrito de la relación bilateral a largo de su mandato; ahora, los legisladores Republicanos que han abogado por acciones unilaterales -y contrarias al derecho internacional- y López Obrador que declara que el fentanilo no es nuestro problema, lo están profundizando. Esta dinámica en la que nos estamos metiendo no conviene a ninguno de los dos países, pero me temo que estamos desafortunadamente en un contexto así en este momento”.
Por más que Ebrard nos diga que todo es cordialidad y armonía, la realidad es que se vive quizá el momento más tenso entre los dos países en 40 años. Hay que decir que México no suele ser prioridad en la agenda pública de Estados Unidos, pero en los últimos días se le ha mencionado más de lo normal y los términos en los que se habla de nuestro país es preponderantemente de manera negativa incrementando de forma preocupante las tensiones al tiempo que queda la expectativa en cuanto a lo que puede derivar esta litis.
opinión.salcosga@hotmail.com