Emprendimiento social
El emprendimiento social consiste en la creación de empresas que aporten valor a la sociedad en general.
Cuando se descubrió la existencia de un virus que se clasificó dentro de la gama de coronavirus se le denominó como el SARS-CoV-2 y se identificaron sus síntomas como causantes de un síndrome respiratorio agudo severo, del inglés (Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus), se cree que fue transmitido de un ser animal a un humano.
Su propagación fue muy rápida al grado de extenderse por todo el mundo y ocasionó una pandemia cuyos efectos económicos ya empiezan a conocerse creando cambios severos en nuestro quehacer cotidiano, costumbres de convivencia lúdica, de educación, laborales y de beneficio para la industria farmacéutica, por lo que no todo ha sido negativo.
El emprendimiento social se activa creando nuevas empresas para paliar los daños que está causando la pandemia. Se abrieron nuevos campos para la digitalización de actividades industriales y comerciales. Los cambios en nuestro comportamiento encuentran una aceleración hacia la digitalización. Empresas de alimentos han transformado sus sistemas para hacer entregas a domicilio; los ingresos de las empresas que operan por internet se han incrementado en forma sustancial. El internet del comportamiento es una tecnología que ayudará a detectar las necesidades del nuevo orden social para satisfacerlas con nuevas soluciones, nuevos campos de servicios y nuevos productos.
Las empresas que no se adapten a los cambios dictados por el nuevo orden social están condenadas a desaparecer dando lugar a nuevas ideas creativas. En esas nuevas ideas se encuentran las de emprendimiento social que son aquellas cuyo objetivo final es la creación de valores que beneficien a la sociedad y cuyos productos económicos sean destinados a sus mismos fines.
Para considerar que una empresa reúne las características de ser de emprendimiento social debe satisfacer condiciones cuyo objeto social sea el crear valores económicos para la sociedad, proporcionar soluciones innovadoras a problemas sociales, ya sean las originadas en la pandemia o anteriores como el combate a la corrupción, el abatimiento de la pobreza, el combate a la delincuencia, el mejoramiento de la educación y el mejoramiento climático, entre otros. Después de cubrir sus gastos de operación debe invertir los beneficios en su propio objeto social; tener la voluntad de cambiar la problemática social; debe tener además las habilidades empresariales para conseguir financiamiento, colocar sus productos y tener éxito en su empresa.
Como ejemplo de empresas de emprendimiento social, podemos citar a Bosque Urbano que se dedica a reforestar la ciudad. Cáritas que consigue alimentos para los pobres; Fundación Pro Vista que trata los problemas visuales a bajo costo y tantas más que ya existen y que ahora surgieron con los efectos de la pandemia y que se dedican a paliar las causas negativas.
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