Emergencia nacional en la frontera
El presidente Trump considera declarar una emergencia nacional para construir un muro fronterizo sur si el Congreso no lo financia, según lo manifestó a la prensa, luego de una reunión llena de polémica con legisladores el viernes.
Lo hizo para aumentar la presión para obtener del Congreso los más de cinco mil millones de dólares que ha reclamado para su construcción.
Aunque no entró en detalles sobre las implicaciones de una declaratoria como tal, ni especificó de donde vendrían los fondos, es importante destacar que la ley de los Estados Unidos permite el uso de fondos militares para proyectos de construcción dirigidos por la administración.
La ley de los EU permite el uso de fondos militares para proyectos de construcción dirigidos por la administración
Sin embrago los mismos legisladores han considerado que tomar una medida así supone dudas sobre su fundamento legal e implica un desafío al Congreso que podría cuestionar también su legalidad. Pero lo más importante para el punto de vista de México, es que abrió una posibilidad que supone la amenaza más concreta para darle cuerpo a su principal promesa de campaña. Y no hay que olvidar que parte de esa oferta fue obligar a nuestro país a pagar.
Desde aquellos meses de campaña, hasta ahora, el trabajo de la diplomacia ha fructificado al dejar el tema como un asunto interno de Estados Unidos y establecer con claridad que bajo ningún concepto México pagaría. Y en los hechos no hay un nuevo muro, más allá de prototipos luego de más de dos años. Sin embrago ahora Trump está nuevamente en campaña y la migración ha sido el tema más productivo de su agenda para fortalecer las posiciones de su base electoral.
Trump está nuevamente en campaña y la migración ha sido el tema más productivo de su agenda
El mandatario ha manifestado de muchas formas un aparente desdén por los límites al poder presidencial y los equilibrios democráticos. El proceso de desprestigiar al liberalismo democrático que se expande por el mundo ha provocado hostilidad hacia los elementos claves de la democracia y Trump los ha aprovechado políticamente para fortalecer su posición agresiva hacia la apertura, la migración y el cuidado ambiental.
Por eso habrá que estar muy atentos a la amenaza de usar la declaración de emergencia como un paso inicial que puede ser perturbador de las libertades de nuestros vecinos y amenazante para los mexicanos. El sistema jurídico norteamericano permite al presidente eludir muchas restricciones legales en el momento que hace una declaratoria de emergencia nacional, que es además una decisión que está a su discreción.
Las normas establecen estos poderes para responder razonablemente a genuinas emergencias como desastres naturales, eventos militares y otros. Por ejemplo, en un caso así el presidente podría cancelar comunicaciones electrónicas, congelar cuentas bancarias o incluso desplegar tropas en caso de inestabilidad doméstica. Son previsiones atinadas previstas en casi todas las constituciones de Occidente.
El muro es un acto simbólico incompatible con la buena vecindad, la colaboración y el respeto a la dignidad de las personas
Pero lo preocupante es que se baraje su uso como una herramienta de presión política y que se deslice la posibilidad de usar estos poderes para cumplir con promesas de campaña que no cuentan con el respaldo mayoritario de la población ni de sus representantes populares. Y resulta más notable que estos poderes temporales extraordinarios tienen una regulación muy difusa en el sistema legal estadounidense, de forma que la puerta realmente está abierta para una decisión así de drástica. Esperamos que no pase de ser una más de las bravuconadas frecuentes que hemos visto en estos años recientes, pero es una hecho que no debe ignorarse. Las repercusiones políticas de una acción legal así, supondrían retos inéditos para el sistema político interno de los estadounidenses y un desafío para las relaciones internacionales.
Aunque la construcción del muro es un tema interno, no puede ignorarse que se trata de una decisión en el marco de la política migratoria y de las relaciones con México. El muro es un acto simbólico incompatible con la buena vecindad, la colaboración y el respeto a la dignidad de las personas. Hacerlo a toda costa como un asunto de emergencia nacional sería un despropósito que marcaría la historia.