Ellas: las voces…
El nombre de Cecilia Monzón se hizo viral en internet el mismo día que la asesinaron. Aparecía en cientos de publicaciones de quienes la conocieron, pero también de otras mujeres que abrazaron su nombre y se volvieron su voz.
La abogada y activista era reconocida en Puebla, donde la mataron la mañana del 21 de mayo. Iba en su automóvil cuando, desde una motocicleta, le dispararon.
Un día antes había ido a la Fiscalía poblana. “Hoy estrené mi pulserita, solo fue entrar a @FiscaliaPuebla de género a preguntar por qué lleva un mes sin judicializarse ‘mi carpeta mía de mí’ cuando ya cuenta con todos los elementos y que se me cae San Beni”, fue la última publicación de la feminista, mostrando una diminuta medalla de San Benito en la palma de su mano.
Cecilia Monzón era mamá de un pequeño de 4 años. La abogada había demandado al ex diputado federal y ex candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, Javier López Zavala, para que se hiciera cargo de la pensión alimenticia del hijo que tuvieron. El político hoy está detenido como presunto autor intelectual del asesinato.
López Zavala fue también Secretario de Gobierno, en tiempos del entonces gobernador Mario Marín, el “gober precioso”. Junto al ex priista también está preso Jair “N”, sobrino del ex priista y señalado como uno de los dos presuntos autores materiales del feminicidio; el segundo de ellos sigue prófugo.
La abogada de 38 años tenía experiencia en temas de perspectiva de género, era penalista y llevó casos de otras mujeres víctima de violencia intrafamiliar o que peleaban pensiones alimenticias para sus hijos. Ella entendía por lo que pasaban. Ella era su voz.
Helena Monzón, abogada y hermana de Cecilia, le ha dado seguimiento a la investigación y busca la custodia de su sobrino. “Nos están siguiendo en este momento, intentan seguramente asustarnos aunque probablemente se trate de algo más”, alertó este miércoles en un video subido en redes sociales, tras la detención de López Zavala. “Consideramos que nuestra vida está en peligro en este momento”. Y su voz tuvo eco para que la escucharan las autoridades y prometieron brindar seguridad.
Han sido las redes de apoyo, de colectivos y feministas quienes han impedido que callen la voz de otras mujeres. Son ellas quienes hoy exigen #JusticiaParaCecilia y cumplen al pie de la letra que “Si tocan a una, respondemos todas”.
“Durante años nos han enseñado a las mujeres a ser enemigas de otras mujeres, a competir, a pelear, a ver quién está más buena, ni siquiera quién es más inteligente”, me decía hace poco Renata Reyes, de la colectiva `Mujeres informadas, mujeres poderosas en la Ciudad de México ́. “Quiero rodearme de personas, de mujeres sobre todo, que estén pensando otras cosas, que estén tratando de ser equipo, de ser amigas, de ser aliadas. De ser el lugar seguro para otras mujeres”.
Son esos grupos de mujeres quienes han hecho propia la lucha de otras mujeres, no importa si la conocieron o sólo vieron su nombre en internet o un periódico: si tocan a alguna mujer, es seguro que miles más responderán (responderemos). Detrás del crimen de una mujer seguro habrá colectivos y feministas alzando la voz por ellas. Y si no fuera así, es hora de hacerlo.
Instagram: vania.dedios