Elegir y tomar decisiones
El famoso psicoanalista suizo, alumno de Sigmund Freud, Alfred Adler; llegó a la conclusión de que una de las condiciones humanas más importantes es la de decidir, es decir, ejercer la libertad en las situaciones que se pueden.
Frente a la duda, la confusión y la parálisis, que puede provocar el no poderlo hacer o no encontrar la opción correcta. De hecho se refería, a que esa incapacidad de decidir, llevaba a una neurosis, o deterioro en la calidad de vida.
El estilo de vida, descansa mucho en las decisiones que vamos tomando a lo largo del camino, pues hay muchas cosas que pasan, en las que nosotros no podemos ni meter las manos, a las que les llamaba Ortega y Gasset las circunstancias.
Saber tomar decisiones y realizarlo, es un arte, es un poder enorme en nuestras vidas, por lo que hay que desarrollar, ésta capacidad, a su máximo potencial.
Ejercer la libertad, es un derecho, pero también es una responsabilidad que tenemos que fomentar en nuestros hijos. Tenerse confianza y no quedarse paralizados, ante las opciones, como suele suceder en el caso de no saber qué carrera estudiar, con quien casarse o en qué trabajar. Situaciones que afectan mucho la estabilidad en el proceso de vida.
Hay personas que hasta en cosas muy simples y sin trascendencia, no saben elegir, hasta en la compra de algún producto. Lo que impulsa a conseguir la opinión de alguien de confianza, para poder finalmente definir. De hecho, muchos vendedores suelen saber exactamente en qué momento aparece la incertidumbre del cliente, para indicarle lo que debe de hacer. Y lo logran. Nunca olvidaré cuando un joven estaba en una tienda comprando una camisa, y le gustaban mucho dos colores distintos y no sabía por cuál decidirse. Si por la azul o la blanca. Y muy listo el vendedor, le dijo: pues llévese las dos. A lo que, muy obedientemente, el joven accedió.
Lo mismo pasa a la hora de comprar un auto, o de hacer un viaje. Son tantas las dudas a la hora de viajar, que mejor lo haga todo una agencia de viajes y yo me someto, a todo lo que me digan que debo de hacer. Porque hacer el plan, por uno mismo, resulta sumamente complicado, porque hay muchas decisiones que no son fáciles de tomar.
Así que si deseas vivir una mejor calidad de vida, es inminente que tomes decisiones y te hagas responsable de ellas.