Elección y vida íntima en Morena
Morena, el partido político con mayor presencia nacional, realizó el pasado fin de semana (30 y 31 de julio) el proceso interno para renovar su Consejo Nacional, con representantes de los 300 distritos electorales en los que está dividido el país. Como ha sido tradición en el instituto político que fundó el Presidente Andrés Manuel López Obrador, hubo conflictos internos, confrontaciones, acarreo, reparto de espacios políticos y naturalmente, equidad de género, porque la mitad de los consejeros serán mujeres y la otra mitad, varones.
El estimado de participación fue de 2.5 millones de morenistas, se presume, porque cuando se evidenciaron los conflictos, el Presidente de la república aseguró que quienes metieron desorden no son militantes reales.
El Presidente, que ha sido muy puntual en separar de su militancia de su tarea de Gobierno desde que asumió la presidencia, en esta ocasión no se limitó y utilizó parte de la rueda de prensa mañanera para hablar de la elección interna en Morena. En sus palabras, la elección “fue ejemplar”.
La renovación del Consejo Nacional, sin embargo, es apenas el principio de una durísima batalla interna que tiene como meta la definición de la candidatura presidencial 2024, pero en el ínter habrá muchas escaramuzas que cobrarán un alto costo para quienes, como sucede en Morena, tienden a improvisar, imponerse y no respetar una reglamentación mínima.
En esta Palestra quiero referirme en concreto a lo que sigue para Morena en Jalisco: la elección de su dirigente. Y deberá ser mujer.
Debido al celo permanente de la equidad, se determinó que los 32 comités estatales del partido también deben someterse al principio de “mitad y mitad”. Se efectuó un sorteo y resulta que en Jalisco habrá presidenta.
La cuestión de la equidad forzada por reglamento puede discutirse profundamente por los resultados que ofrece, pero ya se decidió y no hay vuelta atrás.
Eso provoca un pequeño sismo entre los muchos grupos morenistas que especialmente en Jalisco, no han logrado una base sólida de acuerdos para integrar su agenda de trabajo. Y si repartirse los espacios en el Consejo Nacional ya los confrontó, dirimir la presidencia del comité estatal será una batalla interesante de observar.
¿Hay cuadros femeninos en Morena Jalisco? ¡Uf! Muchos. Los suficientes como para que los choques se agudicen.
De entrada, ya se puede anticipar que la diputada María Padilla Romo, siempre opuesta a su coordinador José María Martínez, optará al cargo apoyada desde la fracción de regidores de Guadalajara.
Marcela Michel, la regidora de Tlajomulco también aparece como posible presidenta del partido.
Igualmente, la diputada federal Laura Imelda Pérez Segura, que ha hecho del Distrito XVI en Tlaquepaque todo un bastión.
E incluso otra legisladora federal, Cecilia Márquez Alkadef, negocia y revisa sus posibilidades.
Con la elección de la presidenta de Morena, se definirán las oportunidades de quienes se ven como candidatos a la gubernatura en 2024.
Y será pronto, porque durante agosto deberá efectuarse la elección, sólo con el voto de los consejeros estatales.
Así, la vida íntima del partido que no es como los otros.
Jorge Octavio Navarro
jonasn80@gmail.com / @JonasJAL