El videoescándalo del Poder Judicial
En medio de la guerra de lodo por los videoescándalos que a nivel nacional iniciaron con la extradición pactada del ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, que alcanzó ya al Presidente por el caso de su hermano Pío López Obrador, en Jalisco se abrió también una temporada local con el video que denuncia actos de corrupción en el Poder Judicial.
Desde la noche del jueves pasado empezó a circular en cuentas de WhatsApp y redes sociales un video en el que, visiblemente alterado y nervioso, en ropa de playa, Mariano Gil Mejía, quien fungió como secretario relator de la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia desde que asumió la titularidad Ricardo Suro Esteves en 2017 (hasta el mes pasado que ya no se le renovó contrato por incurrir en faltas de asistencia injustificadas), denunció que se le involucraba injustamente en un caso de violación y habló de entregas de dinero entre abogados y funcionarios del Poder Judicial, incluido el presidente.
Involucra en sus señalamientos al consejero de la Judicatura, Pedro de Alba, al ex fiscal central Fausto Mancilla Martínez y al magistrado Antonio Fierros. Vincula además a los litigantes Juan Soltero Meza y a Luis Chávez, que estuvieron enfrentados jurídicamente porque defendían a partes distintas en el conflicto de la familia Verdín por el control de la empresa Sulfatos El Águila.
Esa misma noche, el presidente del STJ escribió en un par de tuits: “Circula en redes sociales un video en el que se me menciona y se me pretende vincular en algo indebido. Niego y rechazo de forma categórica lo que ahí se intenta aludir respecto a mi persona”. “Quien protagoniza el video fue trabajador del #PJEJ y nunca fungió como mi secretario particular. Lo conocí y aprecié, pero hoy me doy cuenta que sus problemas personales lo rebasaron, lo lamento”.
Desde luego este deslinde de Suro Esteves vía sus redes sociales no basta para que el caso quede simplemente en el anecdotario político.
La gravedad de los señalamientos que hace el ex funcionario del Poder Judicial obliga a que la Fiscalía Anticorrupción abra un expediente al respeto y cite a declarar a Gil Mejía para que abunde en la supuesta trama de corrupción que aseguró en el video existe en el Supremo Tribunal de Justicia.
Aunque repita lo difundido en su cuenta de Twitter, el magistrado presidente también debe comparecer para que sus afirmaciones queden en actuaciones, al igual que el resto de los mencionados que han rechazado hacer declaraciones al respecto.
La primera pregunta para Gil Mejía debe ser quién o quiénes lo convencieron o presionaron para que grabara el video y lo ayudaron a realizarlo y difundirlo. Saberlo podría dar luz de las verdaderas motivaciones de estos señalamientos que hablan nuevamente de las pugnas internas de un Poder Judicial que, como dijimos aquí la semana pasada, no se limpiará con el simple cambio de jueces. El presidente del STJ debe ser el principal interesado en que el caso se aclare cuanto antes, para iniciar el proceso de su sucesión sin sobresaltos y en el que aventaja el magistrado Daniel Espinoza Licon, al que respaldan desde el partido Movimiento Ciudadano y del Palacio de Gobierno.
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