El trago amargo de Alfaro en Temacapulín
Desde luego, lo relevante y positivo para Jalisco es que se puso fin a más de una década de conflicto y, tras una lucha ejemplar de las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, llegarán a Guadalajara tres metros cúbicos por segundo más de agua sin que la Presa El Zapotillo inundara estos tres poblados de la Región Altos de Jalisco.
La inauguración oficial de este embalse, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la presidenta electa Claudia Sheinbaum y el gobernador Enrique Alfaro, además de ser la despedida de AMLO de Jalisco, dio pie a revivir la tensión política que siempre existió entre los que promovieron en algún momento la cortina de la presa a 100 y 80 metros de altura, que implicaba dejar bajo el agua la historia de estos tres pueblos, y el repudio a esos proyectos por parte de los habitantes.
Como se vio el sábado, los pobladores de estas localidades de los municipios de Cañadas de Obregón y Mexticacán no perdonan a Alfaro haber promovido inicialmente la primera opción cuando, junto con el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, planteó al gobierno federal el Acuerdo de Entendimiento para el Aprovechamiento de las Aguas del Río Verde, el 12 de agosto de 2019, en el que establecían que Jalisco recibiría el 76 por ciento y Guanajuato el 24 por ciento del afluente, y la reactivación de la construcción de la controvertida presa El Zapotillo, pese a que, como candidato a gobernador de Jalisco, se oponía a esa obra y a la inundación de los pueblos.
Así lo patentizaron los gritos de “fuera Alfaro, fuera Alfaro” que se escucharon entre rechiflas y abucheos cuando Alfaro tomó la palabra en la ceremonia de inauguración, al grado que fue necesaria la intervención del presidente saliente y la presidenta electa para que se le escuchara.
En contraste, los afectados por la construcción de la presa empezaron a ver al gobierno de la 4T como su aliado, desde que en su primera visita a Temacapulín, el entonces titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Toledo, a principios del sexenio consideró que había “una multitud de argumentos” que mostraban “la inviabilidad” de la Presa El Zapotillo.
En esa comodidad, López Obrador agradeció el sábado a los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo su apertura para encontrar una solución intermedia y no dejar tirada la multimillonaria inversión que ya se había hecho, que consistió en la perforación de seis ventanas en la cortina para que la presa no se llenara más allá de los 40 metros. Cuando AMLO pidió disculpas previas a los presentes para agradecer a Alfaro su cooperación para concretar esta alternativa, vinieron de nuevo los abucheos, que hicieron de la entrega de la Presa El Zapotillo todo un trago amargo para el gobernador saliente de Jalisco.