Ideas

El surrealismo macabro

Pues no, no hay palabras.  Lo dijeron las actrices Azucena Evans y Karina Hurtado el otro día en un ensayo: “vivimos en un surrealismo macabro”, donde los muertos no identificados se pasean por las calles, mientras nuestras autoridades rezan para que no nos enteremos.
Y nos enteramos y no sabemos qué hacer… ellos tampoco.

La violencia es nuestra realidad, pero no debe ser nuestro destino.  Ahora mismo que al lado del director tapatío Guillermo Covarrubias trabajamos el texto de Wajdi Mouawad “Incendios”, los acontecimientos que nos rodean estrellan  en nuestra cara el horror de la tragedia y la necesidad imperante de ser nombrada, para ser entendida y exorcizada. Estamos ante una gran disyuntiva porque no queremos (y no queremos ver) pero estamos en guerra, una guerra que no entendemos y que no hay quien nos aclare. ¿Cómo confiar en nosotros como comunidad? ¿cómo? ¿dónde están los límites?

¿Cómo podemos ir al acto social de una toma de protesta si nadie a respondido por los desaparecidos y por los muertos aparecidos en camiones?

Vuelvo al término del “surrealismo macabro”. Porque mientras esto sucede un partido -que además tendría que haber perdido registro- como el PES (Encuentro Social) se queda al frente de las comisiones de cultura, ajá, cine, más ajá y salud. Escuchó usted muy bien… Un partido que dijo no al abordo legal se queda con salud. Y nos reíamos de Sergio Mayer quien pretendía liderear cultura, pues no… la realidad supera la ficción.

Basta recordar el discurso de la primera dama Angélica Rivera durante la entrega del reconocimiento Luz de Plata 2018 refiriéndose a sí misma como actriz. Y esto lo pongo en un contexto nacional: esa gran miopía  de los círculos de poder de autoreferenciarse sin tener contacto alguno con la realidad.  Mientras los fantasmas de nuestros muertos andan por las calles, seguimos jugando a Barbie superstar y creemos que está bien.  Entonces pienso, ¡Claro! si esa es la visión nacional de la cultura (Rivera para protagonista) entonces que PES se haga cargo de cultura, que dicho sea de paso… la cultura es transversal a todo.  Si no sale bien, le decimos a Sergio Mayer que nos ayude. De plano.

¿Saben qué creo? Nos queda nuestra rabia, nos quedan nuestras uñas, nos queda nuestra trayectoria, nos quedan las palabras, la autonomía, la independencia, la garra, los hijos y el futuro. Esto que vivimos no es nuestro destino. Que se queden en su coctel y recurramos a lo que es: las palabras, la poesía, la cohesión, el teatro, el cine, la resilencia, la comunicación, la música, la piel, la vinculación, la tierra.  Todos los días, nosotros, porque ellos ya no.

P.D: Oigan, vayan a ver “Incendios. Lectura Actoral”. 29 de septiembre 2018 a las 20:00 horas. Casa de Cultural. Tapalpa. Entrada libre.

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