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El regreso de Yeidckol

En política no hay muertos, aunque algunos parezcan zombis. La designación de la controvertida ex presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky Gurwitz (antes llamada Citlali Ibáñez Camacho, pero como que le faltaban consonantes a su nombre) como delegada especial en Jalisco es un elemento que revoluciona el juego político del Estado. La expresidenta que es (o quizá era) objeto de una investigación por malversación por parte del nuevo presidente del partido, Alfonso Ramírez Cuellar, fue nombrada por él mismo como responsable del partido. Todavía la semana pasada se hablaba de problemas administrativos por 900 millones de pesos y parecía que la triturarían políticamente cuando de repente aparece con este nuevo encargo: cosas veredes.

Si algo distingue a la señora Polevnsky es su pragmatismo y su eficiencia. Es una operadora de gran capacidad, ganó prácticamente todas las elecciones en las que estuvo al frente, es quien ha allegado a más gente de dinero al partido y también quien ha hecho alianzas con los personajes más impresentables de Morena: Jaime Bonilla, el gobernador de Baja California es sin duda el peor de sus engendros, pero no el único. En Jalisco su gran aliado es el también polémico Carlos Lomelí, el ex súper delegado en el Estado a quienes muchos daban por muerto para las próximas elecciones. Sin embargo, Lomelí ha seguido haciendo trabajo político en los barrios de la ciudad y con la llegada de Yeidckol como delegada se convierte de nuevo en el gran contendiente de Morena para el municipio de Guadalajara. 

El objetivo es derrotar a Alfaro en la elección intermedia y evitar la articulación de un eje naranja de oposición Jalisco - Nuevo León

Cuando comenzó el sexenio, el único gobernador que le preocupaba al presidente como figura política era Alfaro. En la guerra contra el huachicol prácticamente lo anularon, pero la crisis del coronavirus resucitó al gobernador de Jalisco que ha regresado a la palestra nacional como el gobernador rebelde, el que reúne a otros para exigir la revisión del pacto fiscal y el que tiene una política de salud que contrasta con la del gobierno federal (también la de Nuevo León, pero al Bronco ya nadie lo pela). La llegada de Yeidckol no es ajena a este contexto. El objetivo es derrotar a Alfaro en la elección intermedia y evitar la articulación de un eje naranja de oposición Jalisco - Nuevo León donde el curioso senador de MC Samuel García ha crecido en intención de voto.

Con Yeidckol en Guadalajara lo único seguro es que la política en el Estado se pondrá al rojo vivo: Morena dejará de ser un silente grupo parlamentario en el Congreso y habrá más, mucho más confrontación, acusaciones, golpeteo y esas cosas que los políticos hacen como nadie.

(diego.petersen@informador.com.mx)

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