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El pretexto de defender al INE

Como siempre ocurre en las grandes concentraciones políticas, el número de asistentes es motivo de debate entre quienes salen manifestarse y entre quien detenta el poder. El domingo pasado en la llamada Marcha en defensa de la democracia o en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) se repitió esta controversia. Por un lado el Gobierno de la Ciudad de México trató absurdamente de minimizar la manifestación, señalando una asistencia de 10 mil a 12 mil personas, y del otro lado los organizadores citaron cifras absurdas entre 200 mil, como dijo Claudio X. González, quien convocó a la manifestación, hasta 680 mil según el cálculo inflado del ex titular del Cisen, Guillermo Valdez.

Ninguna de esas cifras es cierta, pero esto no es lo relevante. Lo relevante es que se trató quizá de la movilización más numerosa que han logrado los diversos partidos, organizaciones y fuerzas políticas que se oponen al Presidente Andrés Manuel López Obrador y su proyecto de la Cuarta Transformación. La marcha convocada supuestamente para defender al INE es la más numerosa de muchas que han convocado a lo largo del sexenio y vaya que se han hecho convocatorias. La marcha del domingo pasado superó con mucho las marchas convocadas por el frente anti López Obrador y superior a convocatorias de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática (PRD). Pero no sólo es la más numerosa, sino la más significativa en términos políticos para las corrientes anti lopezobradismo que hay en el país. El merito de la manifestación fue unir a los personajes, corrientes, partidos y parte de la sociedad civil que no quieren al Presidente y que se oponen al actual Gobierno de la Cuarta Transformación. Y curiosamente encontraron una bandera que los unificó a través de una institución que deja mucho qué desear, pero que ellos pretenden intocable: el INE.

Aunque sin duda la mayoría acudió por convicción y en ejercicio de sus derechos, muchos de los asistentes ni siquiera sabían a qué salieron a manifestarse. Además de ignorar las propuestas centrales de la iniciativa de reforma a la constitución en materia electoral enviada por López Obrador al Congreso de la Unión. De hecho, varios de los asistentes entrevistados están de acuerdo con varios puntos de la propuesta de reformar el actual sistema electoral que rige en México.

Y esto es así porque de acuerdo a la propia encuesta del INE dada a conocer al principio de este mes, la mayoría de los mexicanos está de acuerdo en reformar el organismo electoral. Estos datos se confirmaron en una encuesta de Enkoll, patrocinada por El País y por W Radio, y publicada el pasado viernes en el diario español (https://bit.ly/3V4xAoF).

De acuerdo a este estudio, 66 por ciento apoya una reforma electoral contra 25 por ciento de encuestados que está en desacuerdo o muy en desacuerdo; el porcentaje aumenta hasta 75 por ciento entre los 18 y los 35 años. Como cabría esperar, los seguidores de Morena apoyan más (80 por ciento), pero incluso 51 por ciento de votantes del PAN están de acuerdo con que cambie el sistema electoral.

La gran mayoría está de acuerdo en la reducción de diputados y senadores, reducir el número de consejeros del INE y magistrados del Tribunal Electoral (74 por ciento) y a elegir a diputados y senadores por medio de listas estatales (68 por ciento). Y por supuesto, más de dos de cada tres consideran que el INE es un organismo muy costoso.

Estos datos nos confirman que la bandera de “defender el INE” fue el pretexto para salir a manifestarse el domingo pasado, pero la verdadera razón es para oponerse a López Obrador e incluso en tonos beligerantes (“muera el cacas”), clasistas y racistas como bien reseñó en su crónica para Polemon, Jorge Gómez Naredo (https://bit.ly/3g7PCY2). Tomando como pretexto la defensa el INE, las fuerzas anti obradoristas se encontraron en las manifestaciones del domingo y unificaron causas, aunque todavía no tienen una figura que los represente a todos.

Pero a pesar de la histeria ignorante de que el país se encamina hacia ser una Cuba o una Venezuela o una dictadura, los que dicen defender al INE se preocupan de más con la reforma electoral propuesta por López Obrador porque en el fondo este Gobierno y Morena están de acuerdo en lo fundamental con sus opositores: un sistema de democracia liberal representativa que respeta el libre mercado, y los tratados comerciales es decir, un régimen funcional a la reproducción del capitalismo con sus problemas estructurales de violencia, desigualdad, explotación, despojo y devastación ambiental.

rubenmartinmartin@gmail.com

Rubén Martín

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