El presidente ¡...reculó!
El pasado 22 julio en la Zona Naval de Puerto Vallarta el presidente López Obrador al hacer referencia a la postura que nuestro país asumirá ante las consultas que Estados Unidos y Canadá solicitaron en el marco del Tratado de Libre Comercio (T-MEC), fue enfático al señalar: “Voy a aprovechar el 16 de septiembre, el día de nuestra Independencia, sobre este asunto. No vamos a informar antes. Ese día. ¿Y por qué el 16 y no el 15? Porque el 15 es el Grito y la verdad es que ese acontecimiento histórico se dio en la madrugada del día 16 y ya tenemos pensando
que vamos a convocar al pueblo la noche del grito en el Zócalo, y al día siguiente vamos a llevar a cabo el desfile militar, conmemorativo y ahí vamos a fijar la postura sobre este asunto, pero no vamos ceder porque es un asunto de principios, tiene que ver con nuestra soberanía”.
El mensaje tenía un tinte amenazante y en tan simbólica fecha para nuestro país, se esperaría un anuncio trascendente, sobre todo tratándose -según el mandatario- de un asunto de “soberanía nacional”. Además, al interior de nuestro país se calentó ‘la gallera’ cuando López Obrador calificó de “traidores a la patria” a quienes daban validez a los extranamientos de nuestros socios comerciales por los supuestos incumplimientos de México.
El anuncio llegó hasta Washington -y como lo señalamos ayer en este mismo espacio- encendió las alarmas y se pusieron en práctica los protocolos preventivos en el Departamento de Estado y la embajada estadounidense en la Ciudad de México. De esta representación diplomática el embajador Ken Salazar visitó Palacio Nacional 48 horas después del preocupante anuncio y en Washington se daban instrucciones al Departamento de Estado de estar al pendiente para no verse sorprendidos.
Con el correr de los días desde la oficina Oval de la Casa Blanca -Joe Biden- se envió una carta ‘conciliadora’ a Palacio Nacional, explicando los motivos válidos para las consultas solicitadas y días después se confirmó la presencia personal del secretario de Estado norteamericano Antony Blinken en la reunión de Diálogo Económico de Alto Nivel -a la que no necesariamente tenía que asistir- que ayer se celebró en la capital mexicana.
Y precisamente ayer, minutos antes de que arriba al aeropuerto el secretario Blinken -durante la mañanera-, el presidente López Obrador reculó en su intención del mensaje, anuncio, declaración, advertencia, notificación o reclamo al gobierno estadounidense, cuando dijo “estimamos la actitud respetuosa del presidente Biden y por eso no tiene caso seguir alentando diferencias”, reconociendo abiertamente que con lo que tenía planeado -si es que no vuelve a cambiar de opinión de aquí al viernes cuando se celebre el desfile- estaría alentando más diferencias y generando más problemas con el vecino del norte.
¿Qué lo hizo recular?. ¡La imaginación vuela...!.
¿Usted, qué opina?
Daniel Rodríguez
daniel.rodriguez@dbhub.net