El precio de la refundación
Como había trascendido, Ricardo Sánchez Beruben encabezará la descafeinada Coordinación Estratégica de Seguridad del Gobierno de Jalisco.
Sus antecedentes son los de un joven priista que laboró apenas un año como asesor en materia legislativa y de seguridad en la Oficina de Presidencia de la República con Enrique Peña Nieto -¿quién presume eso en su currículum?, se preguntan en esta H. Cantina-.
Hasta ayer se desempeñó como director de Análisis y Evaluación del despacho del gobernador con un sueldo de 73 mil pesos al mes. La pregunta del millón es si con la reorientación de tareas y adelgazamiento administrativo de la nueva coordinación, ¿le mantendrán los 142 mil pesos mensuales que ganaba Macedonio Tamez?
En estricto sentido, el puesto debería ajustarse a los tiempos de austeridad y la nueva encomienda, pero ya sabemos que la refundación se las gasta del erario público para crear súper coordinadores con súper sueldos.
Por cierto, entre los tricolores de la comarca circuló ayer este chiste sobre los méritos de Sánchez Beruben para llegar a la coordinación:
-¿Y cómo le hiciste, Beruben?
-No sé, nomás apreté todos los botones.
¡Salud!
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Los recientes procesos de extradición de la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de Emilio Lozoya Austin y César Duarte desembocan al final en una figura y un partido: Enrique Peña Nieto y el PRI.
Recordemos que Lozoya Austin podrá ser juzgado por delitos adicionales a los casos vinculados a Odebrecht y Agronitrogenados. También fungió como coordinador de Vinculación Internacional de la campaña presidencial de Peña Nieto y hay señalamientos de que recibió por adelantado “sobornos” del consorcio brasileño para la campaña del entonces candidato priista.
En el caso de Duarte, los procesos que se le iniciarán son por peculado y desvío de recursos también para las campañas electorales. Este ex gobernador de Chihuahua, recordemos, fue uno de los que el ex Presidente calificó de “nuevo PRI”.