El pollo de Ebrard
El que cumplió con las instrucciones del Presidente, separarse del cargo a más tardar el 31 de octubre si competirá en la próxima elección, fue nada menos que Alberto Uribe, hasta el fin de semana funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El propio Marcelo Ebrard candidateó, perdón, confirmó en redes sociales a su pollito moreno. Uribe, un hombre con un ego desbordado de salud y lozanía, ha dicho que no descarta competir por Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco y nosotros añadimos: Villa Purificación, Huejutla y hasta Santa María del Oro.
Y es que el ex naranja boy ha abierto la baraja de tal forma que le tira a todas. En realidad, según dicen en radio pasillo, su apuesta será Guadalajara… si Carlos Lomelí lo deja. Ya veremos a dónde apunta la chancla.
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El que debe de estar contento es Mauro Garza porque ya lo palomearon Pablo Lemus y el gobernador para que empiece a trabajar en la candidatura por Zapopan.
Está definido que para Zapopan la apuesta es un contendiente de la iniciativa privada por lo que puntean para ser los candidateables Juan José Frangie, jefe de Gabinete de Zapopan, el ex líder empresarial Manuel Herrera y el propio Garza.
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Quién sabe en qué pensó el gobernador de Jalisco cuando comparó imágenes de la Ciudad de México y Guadalajara para destacar que en la Nueva Jaliscia sí se cumple con el aislamiento por la pandemia y las autoridades son responsables.
Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, le respondió con otra crítica al señalar que el jalisciense tiene por estrategia entrar en conflicto y que ella marcaba su distancia.
Lo que no desaprovechó fue la oportunidad de remarcar que a diferencia de Jalisco, la Ciudad de México defiende las libertades y no impone medidas autoritarias en contra de los ciudadanos. Como por ejemplo, dicen en esta H. Cantina, limitar el derecho a la movilidad de los trabajadores con la suspensión del transporte público.
Como dice el refrán: el que se lleva, se aguanta.