El polémico beso
Fuiste al cine?, me preguntó una gran amiga. Un día antes le conté que iríamos en familia a ver la película animada de Buzz Lightyear, uno de los personajes de Toy Story.
- Sí, ¿ustedes?
- También, pero no sabía de la escena.
Leí su mensaje justo cuando ibamos saliendo del cine, así que de inmediato supe a cuál escena se refería: al beso lésbico. La compañía Disney-Pixar incluyó en el largometraje infantil a una pareja de mujeres que se casan, tienen hijos y se dan un beso en la boca. Un beso de un par de segundos. Un beso “de piquito” que, literalmente, está en boca de todos.
Sin afán de “spoilear” la caricatura (no voy a anticiparles la trama), vale la pena que sepan –si es que no han ido a verla– que existe esa escena. La comandante Alisha Hawthorne, una mujer de cabello afro rizado, es el principal personaje femenino de la película y la compañera del guardian espacial Buzz Lightyear.
En la caricatura ella se casa con Kiko, otra mujer. Y, como parte de la trama, se incluyeron breves escenas que muestran la línea del tiempo en la vida de la pareja; entre otras, está el momento de la boda, después cuando se convierten en mamás, cuando son abuelas y la polémica escena del beso, cuando la comandante llega a casa.
Ese beso ha causado revuelo y provocó que prohibieran la cinta en 14 países, donde son criminalizadas y condenadas las relaciones entre personas del mismo sexo. Tal parece que a los creadores de la cinta les habían advertido lo que podría suceder si no quitaban la escena del beso, y decidieron mantenerla.
Hoy la discusión y los comentarios en torno a la película están a años luz de referirse a la trama, la calidad de la animación o el guion… el foco está en el beso, y las opiniones divididas, entre el debate y la polémica. Por un lado, la crítica por incluir el tema de las relaciones entre personas del mismo sexo en una caricatura infantil y, por el contrario, los aplausos por mostrar la diversidad sexual, normalizando esas muestras de cariño.
Mientras para las comunidades LGTBQ+ podría tratarse de un momento inclusivo, para algunos padres y madres se trata de una escena innecesaria; el argumento es que, mostrarles explicítamente una relación gay, podría confundir a los infantes sobre cuestiones de género e influir en sus preferencias sexuales.
Hay para quienes el debate sobre el beso es absurdo y recuerdan varias caricaturas donde animaciones del mismo género también se besan, y consideran que los únicos escandalizados son los padres y madres de los infantes, algunos tan concentrados en la trama que ni siquiera se inmutaron frente a la escena. Al final, la película aborda otros temas loables y necesarios para nuestras sociedades actuales, como el trabajo en equipo, el empeño, la tolerancia a lo diferente y la virtud en las diferentes capacidades.
Si la decisión de Disney-Pixar de incluir una pareja gay, fue acertada o no, es algo que está al criterio de cada quien. Así como también está el ir a ver la caricatura o no. Habrá a quien le haya gustado la película o se arrepintió de ir, y quien esté de acuerdo con los movimientos LGTBQ+ o no… lo que se debe defender y respetar (hasta el infinito y más allá) es el derecho de amar a quien cada quien desee.
Vania de Dios
Instagram: vania.dedios