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El nacimiento del mayor de los gigantes

Todos entramos esta semana boquiabiertos con la noticia de la posible fusión entre FCA (Fiat Chrysler Automóviles) y Renault. Juntas las marcas producirían 8.9 millones de vehículos en al año y serían el tercer mayor fabricante del planeta, solo por debajo de VW y Toyota. Pero si a ello sumamos Nissan y Mitsubishi, hoy en una discutida alianza con Renault, el grupo sería el mayor de los gigantes del mundo automotor, produciendo nada menos que 15 millones de autos al año, es decir, alrededor de 17% de todo lo que se fabrica y vende globalmente. Hay mucho que ganar para los participantes, ya que nadie tendría semejante escala, pero los riesgos también son tan grandes como la empresa que puede estar naciendo ahora.

Según la propuesta de FCA, el ahorro anual sería de 5 mil millones de euros (cerca de 120 mil millones de pesos), aunque algunos analistas piensan que, principalmente por el hecho de que no cerrarían plantas, sería más sensato pensar en un ahorro 30% menor, lo que sigue siendo muy bueno. Con semejante capacidad de compra, ninguna otra empresa podría ser tan competitiva, lo que obviamente pone a temblar a los actuales gigantes de la industria.

A Renault la propuesta no le parece mal a principio y prometió dar una pronta respuesta, misma que pasa por la aprobación del gobierno francés, dueño de 15% de Renault. El gobierno italiano también dijo que le gustaría estar presente en el conglomerado. Nissan, que ha estado en crisis desde el año pasado cuando sus acciones cayeron 22%, también ya declaró no oponerse al asunto. No le queda de otra, porque salir sería ponerse en una posición muy pequeña y poco competitiva. Pero la marca nipona perdería la fuerza de negociación que hoy tiene en la alianza de la que hace parte con Renault y Mitsubishi. El simple hecho de que se haya hecho la propuesta a Renault, dueña de 43% de sus acciones, ya quita fuerza a Nissan, que es la gran perdedora en este momento, pero puede ganar como parte del conglomerado.

¿Qué puede salir mal?

Todo. Las uniones entre grandes empresas no son algo nuevo. BMW lo intentó con Rover, Land Rover y MINI. Solo la última funcionó. Daimler compró a Chrysler en un movimiento que se llamó primero “unión entre iguales” y ese fue uno de sus mayores problemas, porque Mercedes sabía que era dueña, pero Chrysler no estaba consciente de que necesitaba obedecer. El resultado fue un matrimonio que duró nueve años y costó miles de millones de dólares. Y en una unión que propone división de capital 50/50 como la propuesta de FCA a Renault, no es muy simple definir quién es el jefe.

La alianza que parece haber funcionado mejor hasta ahora es justo Renault-Nissan, con Mitsubishi habiéndose sumado hace un par de años. En las dos décadas de esa alianza, sin embargo, la idea inicial de compartir 70% de plataformas y motores no ha pasado de 35%.

El mundo de los automóviles está cambiando a una velocidad sin precedentes. La presión popular y de las autoridades por generar menos contaminación implica hoy ir en la dirección de autos eléctricos e híbridos. El costo de su desarrollo es muy alto y ponerlo en autos chicos, justo la fortaleza de Renault, Nissan y Fiat, resulta aún más difícil. Pero hay otras marcas de mayor margen, claro, como Jeep, Chrysler, Ram, Alfa Romeo, Maserati e Infiniti.

Pese a todo lo que puede salir mal, la nueva empresa, sin contar con Nissan, sería número cuatro en Norteamérica, número dos en Europa, África y Oriente Medio y número uno en América Latina. No es algo para descartarse. De funcionar el consumidor sería el beneficiado al transformar a cuatro empresas de poca competitividad hoy en día -principalmente FCA con su inmenso problema de costos- en un gigante que forzaría a los demás a luchar por mejorar o morir. ¿Qué pasaría en México, donde Nissan es el gigante? Ciertamente tendría un papel protagónico caso se mantenga en la Alianza, o podría comenzar a caer, caso decida lo opuesto.

La única certeza hoy es que el futuro inmediato de ésta fascinante industria es más incierto de lo que era hace una semana.

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