Ideas

El mundo según Alfaro

Urge abrir el debate en torno a la visión de Enrique Alfaro y la seguridad. En su informe anual presentado ayer bajaron a la mitad los delitos patrimoniales (robo a persona, a cuentahabiente, a negocio, de autos), y se redujeron los homicidios (-1.2%). 

Como diría la señorita Vilchis: No es falso, pero se exagera.

El problema en este punto resulta tan complejo que es un error simplificar los resultados de seguridad al subibaja de los delitos. 

Sobre todo cuando padecemos la falta de mediciones independientes de la estadística criminal y la renuencia de los gobiernos a transparentar y analizar otros indicadores. 

Cuando aumentaban los ilícitos, Luis Carlos Nájera, ex Fiscal de Jalisco, justificaba que los ciudadanos confiaban más en la autoridad, y por tanto denunciaban más. Sin embargo, cuando bajaban las denuncias, presumía que había menos delitos. 

Propongo algo muy concreto: añadir por ley «otros datos» en las mediciones que mes a mes presenta el Gobierno de Jalisco.

1. Un índice de impunidad que revele cuántos delitos se castigan. En Jalisco quedan impunes el 95% de los ilícitos que se cometen, según el organismo Impunidad Cero. En otras palabras, sólo se castiga el 5% de éstos.   

2. Un plan para abatir la cifra negra de delitos que no se denuncian ayudaría a alcanzar mediciones más exactas. El problema se subestima: el 93% de los delitos cometidos en Jalisco, según el INEGI, no se denuncian. Durante los últimos diez años, la cifra negra no ha disminuido; sin embargo, ningún programa o política pública busca resolver este problema que distorsiona la verdadera incidencia delictiva.  

3. Una explicación clara de cómo llegamos a estos resultados. Hasta ahora, el gobernador presenta sus indicadores (con cortes temporales arbitrarios), pero carecemos de una explicación sobre la estrategia, policial o de política pública, que arrojó este resultado. ¿Influyen factores como la pandemia? ¿La desconfianza en el ministerio público? ¿La saturación del sistema de justicia para procesar todos las denuncias? 

La estadística criminal va más allá del subeibaja de los delitos. El fenómeno delictivo debe analizarse de manera más amplia. Así como la autoridad tiene claro que la respuesta policial y la fuerza son insuficientes ante el crimen, así mismo dejemos de contar y reducir a numeralia simplona un fenómeno más complejo. 

Contar los delitos, las víctimas y analizar las tendencias nos ofrece una fotografía, pero no la película ampliada de nuestro aparato de persecución y procuración de justicia. 

La estadística sólo es un método, no la realidad. Evitemos la moda del momento: la llamada demagogia de los datos para justificar que todo marcha muy bien. 

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