El huachicoleo del agua que no fue
En medio de la peor crisis de desabasto de agua en el Área Metropolitana de Guadalajara, el Gobierno del Estado abrió un nuevo frente de conflicto con ejidatarios que tienen sus sembradíos en torno al canal a cielo abierto por donde transita el agua de Chapala a la metrópoli, que se sumaron a los muchos reclamos de habitantes de colonias que tienen semanas sin el suministro del vital líquido y de organizaciones que se oponen a la reactivación de la construcción de la Presa El Zapotillo, como abiertamente lo planteó el gobernador Enrique Alfaro antes de irse de vacaciones, pese a que como candidato se oponía a esta alternativa desde el 2012.
El lunes pasado el jefe de Gabinete del Gobierno del Estado, Hugo Luna, que pocos pronunciamientos públicos hace y opera generalmente tras bambalinas, salió a dar una rueda de prensa virtual en la que denunció la existencia de 10 tomas clandestinas de agua que los obligó a desplegar un operativo policial para su clausura en el corredor agrícola de Ocotlán, Poncitlán y hasta la conexión del Canal de Atequiza, ya que aseguró, afectaban el abasto de agua a la ciudad.
Precisó incluso que de febrero a marzo, esta especie de presunto huachicoleo o robo de agua provocó una disminución de la llegada de agua de Chapala a Guadalajara a través del del Sistema Antiguo-Lerma-Chapala, al pasar de dos mil 423 litros a sólo mil 751 litros por segundo.
Los representantes de distintos ejidos de esas zonas agrícolas salieron rápidamente a negar los señalamientos del jefe de Gabinete alfarista y mostraron documentación, que aseguran, se trata de las concesiones que les autorizan tomar agua para riego de sus cultivos, y contradenunciaron el destrozo de puertas, instalaciones y bombas en el operativo policial, que difícilmente alcanzarán a reparar, situación que los pone en riesgo de perder sus siembras.
El Gobierno estatal les dio ayer la razón al no hablar ya de tomas clandestinas, sino que los ejidatarios estaban tomando más agua de la autorizada en esas concesiones, cosa muy distinta a la expuesta el lunes por Luna.
Desde luego que siempre ha existido el huachicoleo del agua en Jalisco y en el país por los contubernios con las grandes empresas agropecuarias y empresas de otros giros donde el agua es un insumo indispensable como cerveceras y refresqueras, pero esta vez no se trató del caso y ahora el gobierno alfarista tiene un nuevo problema además de resolver el desabasto de agua en la ciudad, como será reparar los daños causados, antes que se sequen sus cultivos, a los ejidatarios que trataron erróneamente como huachicoleros del agua.
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