El guante; la necesaria herramienta
Para el buen desempeño del pelotero es esencial conocer cuál es su guante perfecto y al conseguirlo, saber usarlo como una fundamental extensión de sus brazo y mano; hay beisbolistas que al conseguir ubicar a su guante perfecto lo aman tanto que a pesar de ganar millones de dólares utilizan el mismo por muchos años, aunque su aspecto ya no sea el mejor, en tanto les continúe siendo útil para desempeñarse con eficacia y además resulte cómodo, aunado a las consabidas y tradicionales supersticiones afines al deporte rey.
El guante (también llamado manopla o manilla) para jugar al beisbol ha evolucionado mucho hasta llegar a lo que es ahora, ya que a lo largo de los años se han producido muchos cambios en cuanto a la forma de cachar la pelota, pues en los inicios del beisbol no se utilizaban guantes y los primeros peloteros jugaban a mano limpia, se creía que utilizar protección era una falta de respeto a la masculinidad y al mismo juego.
El primer guante se conoció en el año 1875, lo fabricó un cátcher universitario llamado Charles C. White y era algo parecido al que en la actualidad utilizan los ciclistas, con los dedos de fuera. Éste era del color de su piel. Al enterarse los peloteros de su universidad se burlaron de él y lo llamaban cobarde.
Sin embargo, poco a poco muchos peloteros se fueron interesando en el invento de White, empezaron a darse cuenta que se era más eficiente a la defensiva. No fue hasta el año 1876 cuando un jugador de los Chicago White Stackings, llamado Albert Godwill Spalding, apareció con el primer guante bien fabricado, así surge la primera compañía de artículos beisboleros.
El lanzador Bill Doak, en 1920, diseñó su propio guante al que pronto patentó y vendió a Rawlings. El diseño de Doak es el estandarte del guante actual.
En la década 1930 -1940 surgen variados diseños de guante que permitieron paulatinamente al pelotero desarrollar mejor su tarea en el campo, con túneles de tela modernos surgidos a finales de esa década.
El guante beisbolero fue evolucionando adaptándose a las necesidades de los peloteros a lo largo del último siglo, cada vez son más anatómicos, con mayor protección y más flexibles, además de menos pesados, resultando así más útil para los jugadores, incrementando la facilidad para capturar la bola, generándose un cambio radical en la década 1940-1950, durante la cual surgió el guante “split-finger” con una modificación sustancial que otorgó mayor capacidad de articulación para fildear la bola, modelo que se revolucionó en los años 1960 a 1970 apareciendo más moderno y obviamente más cómodo y útil, incorporando tejidos en tela.
En la actualidad los guantes de beisbol parecen perfectos, contienen diferentes tipos de materiales y colores; actualmente hay al menos cuatro tipos de guante: el de cátcher, el de primera base, el de infielder y el de outfielder, todos con características diferentes de acuerdo con las necesidades de cada posición dentro del campo de juego, más acolchados y seguros para el receptor, con mayor facilidad de captura de pelota para el guardián de la inicial, tradicionales con dedos divididos, ligeros y flexibles para jugadores del cuadro y jardineros, pero más largos para los outfielders.
Las dos mejores compañías de producción de guantes son Wilson y Rowling, pero existen otras que también compiten como Easton, Spalding y la japonesa Mizuno, que son exitosamente comercializadas, figurando algunas nacionales como Strik3 y Regus.
Hasta ahora, los guantes beisboleros cumplen bien su función hacen más preciso y eficiente el fildeo de la pelota, sin embargo, estando en plena revolución tecnológica muy pronto surgirán nuevos modelos que logren sorprendernos al hacer aún más protegida y eficiente la labor defensiva de los peloteros.
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