Ideas

El golpe de la realidad

Un fuerte impacto cayó en la ilusión de los Xochilovers por su esperanza de derrocar a la contrincante oficial, que acabó arrasando en las urnas electorales. ¿Cómo es que suceden estos fenómenos? Dicen los enterados que el arrastre de las esperanzas puede ser tan grande que la ilusión por conquistar una meta llega a convertirse en una linda fantasía, hasta que llega la abrupta realidad y, como baldazo de agua fría, descompone los sueños y aterriza a los contundentes hechos. 

Los seguidores de Xóchitl Gálvez sí compraron bien la esperanza de poder frenar la maquinaria electoral del grupo en el poder. Y con enorme ahínco, hicieron todo lo que sentían que estaba a su alcance para nutrir la ansiada ilusión de contrarrestar el poder del partido hegemónico y evitar la posibilidad de que se quedaran con todo el poder y llegar a hacer los cambios de ideología, hacia un socialismo o comunismo tipo Cuba o Venezuela, que es el terror que acecha a las clases acomodadas de este país.

Pero el nivel de consciencia del mexicano promedio es aún muy bajo, no hay percepción de la verdad y mucho menos de la falsedad y la mentira. El pueblo mexicano es fácil víctima de la propaganda y del paternalismo que tanto han utilizado nuestros gobiernos desde el siglo antepasado. 

Lo que está sucediendo actualmente es una calca del porfiriato, que simulaba con tino una democracia para que la oligarquía se apoderara de todo lo que se puede dominar y controlar en un país, claro que más de un siglo después. Pero es prueba de que el pueblo sigue prácticamente en los mismos bajos niveles de consciencia. Solo unos cuantos tienen la claridad para darse cuenta de la manipulación, la ambición, la corrupción y el engaño de quienes, teniendo el poder, buscan perpetuarse y beneficiar a unas minorías, convenciendo a las mayorías de que son los salvadores de una población que se hunde en las injusticias y los abusos de la aristocracia. 

La esperanza muere al último, y murió ante la avalancha en las elecciones. Este es el gobierno que el pueblo mexicano elige y es el sistema que le conviene y visualiza como el más adecuado. Es lo que hay y lo que la mayoría quiere. Tendremos el gobierno que nos merecemos. La realidad se impuso, ahora surgirán nuevas esperanzas y esperamos que la futura presidenta haga mejor las cosas que el anterior.


 

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