¿El gobernador fue engañado o es cómplice en el caso de Fela?
“Nadie por encima de la ley”, y “se procederá hasta las últimas consecuencias”, son dos de las frases que con más frecuencia se les escucha a los políticos de todos los colores. Por desgracia nunca, o en muy contadas ocasiones, se sabe que cumplan con las mismas.
Ante esta realidad, uno debe preguntarse si el gobernador de Jalisco fue engañado o “simplemente” es cómplice del incumplimiento del Artículo 6 de la Ley Orgánica del Ejecutivo al nombrar a Fela Patricia Pelayo López como titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva Entre Mujeres y Hombres –luego de haber decidido desaparecer el Instituto de la Mujer-, sin que cuente con el grado académico de licenciatura… tal y como lo establece la Ley en cuestión.
Es claro que la Ley no se debe de aplicar selectivamente, so pena de ser considerado como un delincuente común. Luego entonces el cuestionamiento persiste, pues así como “tanto peca el que mata la vaca, como el que le ata la pata”. Si el Ejecutivo estatal sabía que Fela Pelayo no cuenta con el grado de licenciatura y aún así la nombró, luego entonces faltó a su juramento de cumplir y hacer cumplir las leyes de nuestro Estado, y la propia Ley establece las penas a purgar, claro, a menos de que ahora afirme que fue engañado –lo cual dudo-.
Tuve la oportunidad de conocer a Fela Patricia cuando fue diputada por el Partido Movimiento Ciudadano (MC), y desde siempre me pareció una joven echada para adelante, de convicciones firmes, creativa y trabajadora, cualidades que en su momento llegué a pensar eran producto de los valores enseñados en familia y la práctica de la charrería en su temprana juventud. Incluso en una entrevista llegó a comentarme que luego de su trabajo en la legislatura se habría de retirar a atender sus negocios, mismos que descuidó por atender las cuestiones políticas, pero ¡vaya usted a saber por qué cambió de decisión!... El caso es que jurar en vano trae sus propias consecuencias, en ésta y la próxima vida (Artículo 170 del Código Penal, máxime después de haber estudiado en una universidad religiosa).
Ante violaciones tan patentes, no se cuenta con autoridad moral para pretender exigir al Poder Judicial, ni a nadie, el cumplimiento de las leyes .
APUNTE
Durante siglos, la soberbia siempre ha sido mala consejera, y por más fama, poder o dinero que se llegue a tener, cuando se infringe la Ley conscientemente, se debe estar dispuesto a pagar las consecuencias.
Por otra parte… una cosa es vociferar y/o escribir tuits culpando de todo al Ejecutivo federal, y otra muy diferente es estar enfrente de él y tener que “apechugar” todo lo que él diga… aunque después de que éste se haya ido, vuelva a la carga.