El gobernador en el informe de los 100 días
El domingo 12 de enero, el gobernador del Estado, Pablo Lemus Navarro, acudió a la Ciudad de México para estar presente en el informe presentado por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo con motivo de los primeros 100 días de su administración.
En el evento estuvieron otros gobernadores de oposición, como Teresa Jiménez, de Aguascalientes; Manolo Jiménez, de Coahuila, y Samuel García, el mandatario de Nuevo León.
En el discurso, la Presidenta Sheinbaum aplicó la misma línea discursiva de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, y cuando se refirió a otras fuerzas políticas lo hizo con descalificativos. No hubo matices ni posturas suavizadas; la Presidenta refirió claramente la intención de aplicar todos los postulados de la llamada “cuarta transformación”, sin excepciones.
En términos de información dura, más que narrar logros o consecuciones de los primeros 100 días de administración, Sheinbaum Pardo retomó una serie de propósitos y proyectos. Es natural, porque los primeros tres meses de ejercicio no son ni remotamente suficientes para concretar proyectos y políticas públicas. Basta un ejemplo: la aplicación del programa de apoyo para las mujeres de 60 a 64 años todavía está en vías de completarse porque ni siquiera han concluido la entrega de tarjetas. Se requiere más tiempo.
El discurso y el evento en el Zócalo capitalino estuvieron dirigidos a consolidar la figura presidencial y mantener la vigencia de su popularidad y aceptación, que según lo refieren diferentes encuestas, supera el 70 por ciento.
Revisándolo someramente, uno de los temas más complicados para la gestión de Sheinbaum, la violencia en diferentes puntos del país como Sinaloa, Guanajuato, Tabasco, Chiapas o Michoacán, ni siquiera figuró en el discurso.
En este contexto, ¿cuál es la conveniencia de que los gobernadores de oposición acudieran al evento presidencial? Precisamente, mantener el delicado equilibrio que puede romperse siempre en detrimento de los Estados.
El gobernador Pablo Lemus está decidido a mantener puntillosamente su postura de acercamiento y cumplimiento de acuerdos con la Presidenta Sheinbaum. No haberse presentado en el informe de los 100 días, aunque sea un acto no oficial, hubiera detonado numerosas interpretaciones que no convienen.
Tomarse la foto con todos los gobernadores morenistas alrededor de la Presidenta garantiza que, a pesar de las patadas bajo la mesa, se mantengan los mínimos para que el paquete de proyectos de infraestructura, movilidad y desarrollo económico, sigan vigentes en Jalisco.
A pesar de que la Oficina de la Presidencia ha mantenido neutralidad en el diálogo con el Gobierno de Jalisco, y se ha evitado toda “contaminación político partidista”, en diferentes espacios los morenistas de Jalisco lanzan críticas contra la administración de Pablo Lemus. En comunicaciones internas, difundidas incluso por quienes ocupan y ocuparon cargos públicos, se condena el acercamiento del gobernador a la Presidenta. Son las expresiones más radicales de quienes no aceptan la negociación y seguirán esperando la oportunidad de eliminar a quienes son políticamente diferentes.
Es compleja la tarea de Lemus Navarro para que se mantenga el proyecto de Gobierno ante la hegemonía morenista, pero alguien tiene que hacer la chamba más difícil.