Ideas

El gobernador debe estar avergonzado

No tuvo que pasar mucho tiempo para que las acciones del gobernador Ron DeSantis -republicano de Florida-, de arremeter en contra de los inmigrantes, lo pusieran contra la pared y casi lo obliguen a agradecerles su presencia en su estado.

Desde el año pasado DeSantis ha emprendido una cruzada para mantener fuera de su estado a los inmigrantes. En junio pasado firmó una ley que obliga a los cuerpos policiacos de la Florida a colaborar muy de cerca con el Servicio de Inmigracion para detectarlos -a los inmigrantes- y procesar sus deportaciones. Apenas el mes pasado, a manera de protesta, envió a 48 venezolanos -recién llegados en caravanas- a la exclusiva isla de Martha's Vineyard en Massachusetts, argumentando que la inacción de la administración del presidente Biden en las políticas de inmigracion lo obligan a poner un escudo protector para que su estado no sea invadido por ilegales. Y hace solo unos días, durante la conferencia de prensa con motivo de la presencia de Biden después del paso del huracán Ian -5 de octubre-, DeSantis resaltó que inmigrantes ilegales se estaban dedicando a saquear las propiedades afectadas.

Tres semanas después de las tormentas que pulverizaron carreteras y puentes, derribaron árboles, destruyeron casas y negocios, desaparecieron pequeñas poblaciones, causaron severos daños principalmente en las ciudades costeras de Naples y Fort Myers, con pérdidas que podrían alcanzar los 65 mil millones de dólares -según datos de Enri Research-, hoy el gobernador de Florida debe estar agradecido con los inmigrantes.

Y debe de estarlo, porque a pesar de que después del paso del huracán han llegado más inmigrantes, lo han hecho para ayudar en la limpieza y reconstrucción de la amplia zona afectada.

“Estamos aquí para ayudarle a él”, refiriéndose al gobernador DeSantis, declaró -a la revista TIME- Daniel Castellanos, director de Resilience Force, organización de ayuda social para casos de desastre que agrupa a trabajadores/voluntarios -de diferentes estados del país- que en su mayoría son inmigrantes e ilegales. “Para nosotros es importante ayudar. Pero. también es importante ser respetados”, haciendo referencia a la posición que el gobernador DeSantis ha asumido en los últimos meses respecto a los inmigrantes. 

Pero no solamente los inmigrantes e ilegales que agrupa esa organización son las personas que se ven ayudando en la limpieza y reconstrucción de la zona afectada. Cientos de integrantes de las caravanas de recién ingreso al país, que buscan un trabajo para dar sustento a su familias, son los que se han ofrecido a la tarea de limpiar y reconstruir la zona afectada.

De acuerdo con los sondeos que se han realizado en la zona, los propietarios de casas y negocios están extremadamente agradecidos por la intervención de los inmigrantes, quienes sin tomar en cuenta las ofensas recibidas han tendido la mano de ayuda a la población de Florida.

Vaya lección para el gobernador DeSantis. Hoy, debe sentirse avergonzado, pero, ¿qué pasará cuando todo esto termine?, ¿cuál será la actitud ante esa fuerza laboral que ayudará a reconstruir el estado?, ¿el gobernador tendrá ‘cara’ para agradecer el gesto y en cierta forma reconocer que se equivocó?, ¿o regresará y arremeterá nuevamente en contra de quienes huyen de la violencia, la pobreza, la desigualdad y que solo ponen su honesta mano de obra en busca de un mejor futuro?

¿Usted, qué opina?

daniel.rodriguez@dbhub.net

Síguenos en

Temas

Sigue navegando