El fantasma silencioso
Hay un fantasma silencioso que actúa cuando leemos que la economía mexicana va a crecer más de lo que se calcula, una frase que se repite en los análisis estratégicos en el país del Norte. Es resultado del enfoque de autosuficiencia regional que los Estados Unidos impulsan para reducir su interdependencia con China, para fortalecer su seguridad y expandir sus mercados. Es un proceso geopolítico a largo plazo que está reconcentrando la tecnología y las operaciones industriales en la región norteamericana. La mano silenciosa de ese espectro transformará una buena parte de la economía, las finanzas y la relación entre las comunidades en la región. Se manifiesta en relocalización de procesos industriales en marcha y se percibe en las inversiones que se aceleran en México. Es una tendencia que no se va a detener y que seguramente fortalecerá el comercio exterior del país. Según los análisis estratégicos de los especialistas, en los próximos años la globalización abierta se transformará en una globalización por bloques o semi globalización, y nosotros tenemos ya una posición que aprovechar. El fantasma actúa también en temas militares y de seguridad, por lo cual las acciones en ese renglón seguramente tenderán a unificarse en la región para prevenir las amenazas externas.
Con esta perspectiva es claro que el tratado comercial que tenemos evoluciona hacia una mayor integración económica y social. El intercambio de capital, de mercancías, personas y conocimiento crece cada día. Los lazos intrarregionales son cada vez más sofisticados, lo que supone un reto para las políticas públicas de México y de Canadá.
Las próximas administraciones en México y Estados Unidos tendrán la ocasión de aprovechar los frutos iniciales de la acción del fantasma. En nuestro caso, la asimetría y los rezagos sociales requieren de políticas encaminadas a reducir la enorme desigualdad que tenemos. El crecimiento no es suficiente, como ha quedado claro luego de años de integración comercial. Se requiere fortalecer a una clase media capaz de superar continuamente su nivel de vida. De un sistema educativo eficiente y de servicios de salud accesibles para todos. Como también de una construcción de mejor infraestructura. Si se atienden estos temas el efecto del crecimiento se multiplicará, caso contrario los beneficios serán marginales para las comunidades y quedarán en muy pocas manos.
La conjunción de una propuesta de acciones sociales efectivas y el crecimiento impulsado por este fantasma puede ser equivalente a lo que ha sucedido con algunas de las naciones que se han integrado a la comunidad europea, o a lo que ha sucedido en Corea. Para hacerlo realidad es necesaria una visión geopolítica de largo plazo.
Las diferencias políticas que vivimos solamente varían en cómo proceder hacia el futuro. Pero sin duda deben coincidir en aprovechar la oportunidad que plantea el fantasma silencioso que merodeará la reunión de los presidentes de Norteamérica que se celebrará en enero próximo.
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