El efecto 4T en la presidente de la Corte
La tensión entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial escaló a niveles nunca vistos en la historia reciente del país esta semana, y hoy podría desbordarse aún más por la conjunción de varios factores ocurridos en las últimas horas, y que metieron al ojo del huracán a la primera presidente mujer de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández.
Por un lado está el hecho de que la mayoría de ministros y ministras de la Corte dieron un nuevo revés al Presidente Andrés Manuel López Obrador al invalidar ayer el controvertido decreto con el que mantuvo sus obras prioritarias (Tren Maya, Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, entre otras) clasificadas como de seguridad nacional, con lo que se impedía solicitar información vía la Ley de Transparencia de esos proyectos y los permisos y estudios de impacto ambiental se hacían fast-track. La SCJN estimó que ese decreto afectaba el derecho a la información y las facultades del, tan aborrecido por la 4T, Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
Esta determinación de la Corte, coincidió con el día en que finalmente causaron efecto en la ministra presidente todas las presiones y criticas presidenciales, así como los embates de otros personajes de la 4T, a las que se ha visto sometida, desde el primero de enero que asumió la representación del Poder Judicial de la Federación.
Ayer Piña Hernández tuvo que publicar una carta abierta al país en la que reconoce haber sido ella la que escribió mensajes vía WhatsApp al presidente de la mesa directiva del Senado de la República, el morenista Alejandro Armenta Mier, quien el miércoles había denunciado desde la tribuna de la Comisión Permanente del Congreso que su contenido era amenazante para él y su familia, y quien el pasado 27 de abril presentó una iniciativa para que los integrantes del Poder Judicial se elijan por voto directo.
La ministra presidente tomó así el toro por los cuernos y respondió a la carta que le envió el senador morenista pidiéndole aclarar si ella efectivamente le había escrito la noche del martes, afirmando que sostenía “en público” lo que había dicho en privado, reconociendo que la vía no era las más adecuada, pero que era para expresar su indignación por las expresiones y “datos inexactos” del legislador contra la labor del Poder Judicial.
Sin duda estos dos sucesos y toda la inercia de ataques contra la Corte de parte del Ejecutivo y las y los legisladores morenistas harán que el Presidente embista una vez más contra la ministra Piña y el Poder Judicial, que sin duda falta reformar para corregir excesos y limpiarlo de corrupción, pero que aún con todos sus defectos está convertido en el único contrapeso y dique contra los afanes autoritarios presidenciales.
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