El creciente riesgo de guerra
El riesgo de un conflicto militar a gran escala está aumentando. Las naciones capaces de producir armamento nuclear y tecnologías militares avanzadas están ampliando sus arsenales, inmersas en una carrera armamentista sin precedentes que incluye sistemas robóticos.
A pesar de estos desarrollos alarmantes, la atención hacia este problema sigue siendo insuficiente, incluso dentro de las propias naciones afectadas. En México, conflictos como los de Ucrania, las tensiones entre Israel-Irán-Hamas y las disputas militares entre China-Taiwán y las Coreas parecen distantes. Sin embargo, estos conflictos no son meros incidentes aislados: sirven como campos de prueba para nuevas tácticas militares y armamento de precisión, que se despliegan rápidamente.
Detrás de estos conflictos, se están formando bloques militares que aprovechan la tecnología de vanguardia para fortalecer su poderío militar. Las naciones occidentales, incluidos Estados Unidos, la OTAN y la Alianza del Pacífico, han reavivado sus líneas de producción de armas. Por otro lado, países como Rusia, China, Irán, India y Pakistán están fortaleciendo sus ejércitos de forma notable.
Si bien muchos ven la posibilidad de un conflicto nuclear como remota, tanto Estados Unidos como Ucrania han considerado escenarios que involucran ataques nucleares tácticos por parte de Rusia desde 2022. Según informes de fuentes confiables como el New York Times, equipos especializados monitorean activamente posibles amenazas nucleares en Ucrania. Esto subraya la preocupación de los expertos de que Rusia podría emplear armas nucleares de menor potencia a las utilizadas en Hiroshima pero con consecuencias regionales inmensas y desafíos estratégicos para las estrategias de respuesta.
El monitoreo de las acciones militares rusas en Cuba y la respuesta inmediata de Estados Unidos y Canadá enviando a sus buques, son señales clara que la tensión se extiende hasta los límites de nuestro mar territorial.
La escalada militar ha hecho crecer el tráfico ilícito de armas a nivel mundial, exacerbando conflictos locales e insurgencias. En México, existe un riesgo palpable de que los grupos criminales adquieran armamento más avanzado, y se vinculen con organizaciones alineadas a los bloques antagónicos a Occidente, lo que ha llevado a las autoridades a reforzar las capacidades de inteligencia para monitorear y frenar esta escalada.
Eventos recientes, como la detención de ocho individuos de Tayikistán con supuestos vínculos con ISIS en Nueva York, Filadelfia y Los Ángeles, que ingresaron por México, destacan también nuestra proximidad con los conflictos globales, convirtiéndonos en un punto crítico para el bloque Occidental. Estos incidentes subrayan la necesidad de una mayor coordinación internacional y recursos adicionales para prevenir mayores riesgos.
A medida que las tensiones aumentan, los políticos se vuelven más pragmáticos, reconociendo que las divisiones internas se disuelven ante la violencia, allanando el camino para un liderazgo decisivo. Este clima geopolítico podría potencialmente traer líderes más beligerantes en naciones democráticas como las de Europa y Estados Unidos, configurando futuras tensiones militares.
Con elecciones cruciales pendientes en países como Francia, el Reino Unido y Estados Unidos, los resultados podrían mitigar o exacerbar estas tensiones. Ya sea líderes como Le Pen o Trump, que podrían buscar entendimientos con Rusia mientras desafían a China, o figuras centristas que podrían intensificar los conflictos con Rusia, las implicaciones para México son profundas e inmediatas.
Es imperativo para México contener urgentemente a los grupos criminales y recuperar el control sobre las instituciones locales para reducir la beligerancia interna y minimizar su exposición a conflictos globales. La cooperación internacional estratégica jugará un papel crucial en la gestión de estos desafíos. Aunque existan diferencias operativas, mantener una coordinación efectiva es fundamental para prepararse ante las posibles ramificaciones de conflictos en Europa o Asia.
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