El costo Bartlett
Todos los gobiernos tienen un punto ciego, un lugar que no se ve o no se quiere ver, un tema que se minimiza porque piensan que ceder los debilita. Paradójicamente quien más se beneficia de la ceguera del poder es la oposición, pues una vez que han encontrado el punto débil horadar será más fácil. La impenetrable coraza del lopezobradorismo parece tener ya un punto sensible, una fisura que entre más tarde en cerrar mayor será el costo que pagará por ello. Se llama Manuel Bartlett Díaz.
Si bien es cierto que el golpe que más ha dolido al presidente es el video de su hermano Pío recibiendo dinero del ex funcionario modelo del gobierno de la austeridad y ex operador político del Partido Verde, David León (hay quien sostiene que ese es el origen de la feroz persecución la gobernador tamaulipeco acusado de lavado de dinero, Francisco García Cabeza de Vaca), lo que más ha golpeado al gobierno en su relación con Estados Unidos y con los empresarios son las políticas energéticas y éstas tienen nombre y apellido.
En la real politik, Bartlett comienza a ser demasiado caro para el gobierno de López Obrador, un punto débil en uno de los temas torales de la actual administración
El pasado nunca se va y a Bartlett se le aparece una y otra vez. Su patrimonio, construido en y desde el poder, fue exonerado por la mano purificadora del presidente; la caída del sistema y maquinación de fraudes electorales también fueron ignorados por López Obrador: su proyecto de nación es más importante que los fraudes electorales que se hayan cometido… contra otros. Pero el caso Camarena, el secuestro y asesinato de un agente de la DEA en Guadalajara en 1985, hace 36 años, lo puso de nuevo en la mira del gobierno estadunidense: lo quieren interrogar, pues sospechan que algo tuvo que ver el entonces secretario de Gobernación en aquel evento.
Los asesinatos del agente Camarena y el capitán Zavala fueron un punto de quiebre en la relación México-Estados Unidos en materia de drogas. El nombre de Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad, ha aparecido al menos dos veces en declaraciones de testigos protegidos que no se conocen entre ellos, dice el Departamento de Justicia estadounidense. Por supuesto que suena extraño que tantos años después revivan este asunto y no es descartable que lo estén usando como una forma de presión al gobierno de López Obrador en materia energética; no sería la primera vez que el gobierno de Estados Unidos usa la justicia para ver por sus intereses económicos. Más allá de ello, en la real politik, Bartlett comienza a ser demasiado caro para el gobierno de López Obrador, un punto débil en uno de los temas torales de la actual administración: el nacionalismo energético.
diego.petersen@informador.com.mx