El contrapeso Wiki que no fue
La “ola naranja” y sus alianzas, junto con la “ola morena”, además de casi borrar al PRI del mapa político del Estado, revolcó a Wikipolítica, movimiento considerado la potencia de las candidaturas independientes y cuya cara más visible, Pedro Kumamoto, no pudo llegar al Senado de la República.
Junto con él, tampoco lograron el objetivo los y las candidatas que por la plataforma independiente del arbolito aspiraban llegar a la Cámara de Diputados y al Congreso local.
Es una mala noticia para la vida política nacional y local.
Ante la abrumadora mayoría en el Poder Legislativo federal que lograron los partidos que postularon a Andrés Manuel López Obrador, y MC y sus aliados parciales (PAN y PRD) en el Congreso del Estado, se extrañará el contrapeso que hubieran podido significar estos legisladores y legisladoras independientes.
Se pierde la oportunidad de tener, en el seno mismo de la partidocracia, voces y presencias con otra lógica y estilo de hacer y entender la política, y que sin duda hubieran podido enriquecer la agenda legislativa en beneficio de la ciudadanía. Una mirada vigilante e incómoda desde dentro para denunciar los acuerdos en lo oscurito que tanto gustan a la clase política tradicional. Esta discrecionalidad sin duda continuará, aún con las nuevas fuerzas políticas emergentes dominantes que controlarán el Senado, la Cámara de Diputados y el Congreso local. Tanto morenistas como emecistas fueron partícipes de este tipo de acuerdos cuando eran minoría. No habrá, en ese sentido, quien pueda prender la alarma y llamar la atención social cuando se cocinen en la opacidad temas de operación interna o decisiones que se tomen más con un interés político partidista que de beneficio ciudadano.
Tampoco quien lleve a la agenda legislativa debates a los que rehúye la clase política y gubernamental, como sucedió aquí en la actual Legislatura, cuando Kumamoto, el primer diputado independiente en la historia de Jalisco, empujó la reducción del financiamiento a los partidos políticos y la eliminación del fuero, al que terminaron sumándose el resto de los diputados y diputadas.
Queda ahí el trabajo y la organización para cumplir legalmente las firmas para poder haber competido como independientes sin cuestionamientos como sucedió con El Bronco, quien terminó siendo impuesto por el Tribunal Electoral.
Los “Wikis” han asumido con madurez el tropiezo. Se dicen listos para seguir como actores en la escena pública y para competir mejor en las contiendas electorales que vienen. Deberán hacerlo y empujar desde afuera para que los nuevos diputados, aún sin presencia de legisladores y legisladoras independientes, hagan las reformas necesarias para lograr más equidad para los que contiendan por esta vía contra los candidatos de partidos políticos, incluida la alternativa de que se les cuente en el reparto proporcional de curules por votación obtenida. La conquista de las candidaturas independientes, y más las auténticas como las de los “Wikis”, debe preservarse y no permitir nunca más que los partidos políticos recobren el monopolio de acceso al poder.
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