El Zoológico de Guadalajara: Orgullo tapatío
El 10 de marzo de 1988, el Presidente de la República, Don Miguel de la Madrid Hurtado, inauguró el zoológico de Guadalajara acompañado del gobernador del Estado, Don Enrique Álvarez del Castillo, Doña Sandra López Benavides, presidenta del patronato y el suscrito que ocupaba la presidencia municipal.
Impactados severamente por la pandemia, suponemos que no ha habido época más difícil para la humanidad que la reciente. Frente a la inmediatez de la vida, no le damos valor al pasado, sin embargo, los 80s fueron una década terriblemente complicada. Para quienes piensan que fueron años sencillos, les mencionaré tres acontecimientos que afectaron nuestras vidas y que los jóvenes deben conocer y los mayores, recordar: el terremoto de la Ciudad de México en 1985, el ciclón Gilberto que, por poco, desaparece la península de Yucatán en 1988 y la más terrible crisis económica de todos los tiempos, con una inflación anual promedio del 150% que volvía polvo los presupuestos y locas a las autoridades y, frente a esa adversidad, se construyó nuestro zoológico. De manera anecdótica les comparto, por haber coordinado el esfuerzo, que el mayor reto a superar fueron las presiones financiera y política, pues nos obligaban a cumplir la obra civil, poblar los hábitats y establecer las bases organizacionales para su adecuado funcionamiento en un plazo de sólo 11 meses, y lo logramos.
Guadalajara es una metrópoli que se ha ido “haciendo” con la suma de más de 20 generaciones. Las ciudades, sabemos, son herencia y la vida es tránsito, sucesión interminable de hechos y circunstancias, de acontecimientos pensados o fortuitos, intencionales o accidentales, que los calendarios hilvanan y que cobran valor y sentido, o lo pierden, con el transcurso del tiempo. A la distancia de los años, el enriquecimiento de la infraestructura para el esparcimiento, el ocio, la recreación y la cultura de los habitantes, que eso es el zoológico, es un esfuerzo que debemos celebrar. Podemos decirlo sin falsa vanidad: es el mejor de América Latina. Más de 38 millones de visitantes, un programa de reproducción muy exitoso, el sostenimiento sin subsidios públicos o privados y la permanente ampliación y mejora de sus instalaciones, enmarcadas en el paisaje natural más bello de nuestra ciudad, son la mejor prueba de que el concepto de colaboración y la estructura jurídica y administrativa de la que se dotó, combinando los sectores público y privado, son una fórmula eficaz para el desarrollo de nuestra comunidad.
A 35 años de aquel 10 de marzo del 88, la lista de presentes se ha reducido. Recordamos con admiración y cariño a los que ya se fueron: Don Enrique Álvarez del Castillo, Francisco Arroyo Chávez, Héctor Zavala Ontiveros, Hugo Barragán y Alejandro Servín de la Mora, entre muchos. Celebramos a los que aquí siguen: Doña Sandra López, Javier Arroyo Chávez, Ricardo Elías, Lázaro Julián, Gabriel Gallo, Alberto Tapia, Francisco Rodríguez, Elías Cervantes, Luis Soto Rendón, y muchos más que continúan cuidando los talentos que una vez recibieron y que hoy rinden frutos en beneficio de la ciudad.