El T-MEC como salvavidas del país
Muchos señalan el estado de la economía como prueba del éxito del sexenio lopezobradorista. Y sin duda resulta correcto que la actividad económica presente goza de buena salud. Sin embargo, resulta importante señalar que lo anterior es más producto de aciertos en el pasado e inercias económicas presentes que del buen juicio del presidente de la República.
“Al igual que otros personajes de la izquierda nacionalista, López Obrador se opuso desde siempre y de manera ferviente tanto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como a la reforma energética”, publicó en 2018 el influyente periódico The New York Times. A estas alturas queda claro que fue gracias a la firma del tratado comercial y muy a pesar de la izquierda mexicana, que la economía se estabilizó y creció. Además, nos obligó a emprender importantes reformas estructurales que de otra manera hubiesen sido casi impensables: autonomía del banco central, privatización de la banca
comercial y liberalización del ejido, sin mencionar las trascendentales reformas en materia electoral y de derechos humanos.
¿Qué hubiese sido de la economía mexicana sin el TLCAN y con Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional? Recordemos: durante el primer trimestre económico del sexenio lopezobradorista la economía mexicana se estancó (0.0% de crecimiento), el segundo trimestre solo creció 0.4%, y del tercer trimestre de 2019 al primero de 2021 solo hubo contracciones económicas: primero por la cancelación del NAIM y el enorme desplome que provocó en la inversión privada, y después por
un pésimo manejo económico durante la pandemia (tuvimos las ayudas fiscales más bajas de toda América Latina, y hemos tenido una de las recuperaciones más débiles de toda la región). Por otra parte, los grandes proyectos de obra pública de este sexenio (Tren Maya, Dos Bocas y AIFA) no solo serán improductivos, sino costarán billones de pesos y tendrán sobrecostos del orden de 500 mmdp. Con el estancamiento en las inversiones multimillonarias en proyectos de energía renovable y la inyección sin fin de recursos fiscales a Pemex, mucho nos indica que tendríamos una economía en estado lamentable.
“El comercio ha aumentado a pesar de López Obrador, no gracias a él” comentó recientemente la revista The Economist. Es gracias al nearshoring que, de acuerdo a algunos analistas, se espera que la inversión extranjera directa se duplique en 2024, para pasar de 26 mmdd alrededor de 45 mmdd. Sin embargo, surge la interrogante de si se aprovechará la coyuntura geopolítica ante la falta de inversión en infraestructura (en vez de los elefantes blancos), en energías renovables (en vez de combustibles fósiles), y en programas de certificación educativa (en vez de menospreciar las matemáticas y las carreras técnicas), por solo mencionar algunos temas que resultan críticos para las empresas.
En retrospectiva, la firma del tratado de libre comercio fue un inmenso acierto. Y queda más claro aún en estos tiempos, donde gracias al tratado el país ha podido soportar las innumerables ocurrencias del populista que lo gobierna.
Fernando Núñez de la Garza
fnge1@hotmail.com @FernandoNGE