El Servicio Secreto, ¿en la cárcel?
Algo inédito estaría a punto de suceder en el primero de los cuatro procesos penales que tiene en su contra -que se inició esta semana - que se le sigue al expresidente Donald Trump. Ayer, durante la segunda audiencia el debate se concentró en la discusión sobre la posibilidad de declarar a Trump culpable de desacato penal por violar repetidamente una orden de silencio. Y es que a finales del mes pasado el juez Juan M. Merchan emite un fallo prohibiendo al exmandatario hacer declaraciones públicas sobre testigos, fiscales, jurados o personal del tribunal, que en innumerables ocasiones ha violado a través de sus declaraciones y redes sociales.
Uno de los fiscales, Christopher Conroy, le dijo al juez que “repetidamente” ha hecho referencia a personajes involucrados en el juicio y no se ha detenido… incluso aquí mismo en el pasillo de la corte”, lo que violaba la ley, con el antecedente que “Él sabe que no está permitido hacerlo y lo hace de todos modos”.
El juez Merchan no emite un fallo inmediato, pero no se descarta que mañana cuando se reanude el proceso penal, pudiera pronunciarse y emitir una histórica orden de arresto para un expresidente y de esa manera continuar el juicio.
Además de histórico sería atípico, pero de presentarse esa condición sería imprescindible que Trump continuará bajo la protección - como todos los expresidentes vivos - del Servicio Secreto, quien tiene la responsabilidad de su seguridad durante las 24 horas del día, así se encuentre en su casa, de vacaciones, en una zona de guerra o en la cárcel.
De hecho, versiones publicadas en The New York Times indican que antes de iniciar el juicio al interior del Servicio Secreto ya se estaba planificando la extraordinaria posibilidad de que Trump pudiera ser detenido, encarcelado y en esa condición esperar el veredicto del jurado.
Señalan analistas que la posibilidad es poca, pero no imposible que pudiera suceder en caso de continuar con los permanentes desacatos del exmandatario y en la medida que crezcan las presiones que el mismo proceso penal va a generar. “Obviamente, sería un territorio inexplorado”, ha opinado Martin F. Horn, quien se fue Comisionado de los Departamentos Correccionales en el estado de Nueva York, sobre la posibilidad de que Trump fuera encarcelado y tuviera que someterse a un sistema de vigilancia del Servicio Secreto en el mismo centro penitenciario.
De acuerdo con lo publicado por el diario neoyorquino, en caso de que Trump fuera detenido, habría que mantenerlo separado de otros reclusos, así como controlar su comida y otros artículos personales. Se asignará personal del Servicio Secreto dentro y fuera de las instalaciones donde estuviera recluido y de manera excepcional se les permitiría estar armados, cuando las regulaciones federales impiden que fuera de los guardias de seguridad de las instalaciones, nadie puede portar armas en su interior.
Además, en caso de ser enjuiciado con cárcel por los delitos que se le acusan penalmente, ya se ha contemplado una sección especial donde cumpliría con su sentencia, desde donde pudiera continuar con su campaña por la presidencia, y en caso de ganar la contienda electoral, desde allí podría dirigir al país más poderoso del mundo.
Para no creer, lo que pudiera provocar un delincuente soberbio y populista, amparado por la propia Constitución.
¿Usted, qué opina?
Daniel Rodríguez
daniel.rodriguez@dbhub.net