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El PRI sigue definiendo elecciones

El arranque de las precampañas a la Presidencia de la República marcan una abrumadora preferencia por la candidata del bloque oficialista, Claudia Sheinbaum Pardo. En promedio, según el estudio de Oráculus, la candidata de la alianza Morena, Partido Verde y Partido de Trabajo aventaja por 30 puntos y hay encuestas, como la De las Heras-Demotecnia que le conceden a la candidata oficialista 52 puntos porcentuales de intención de voto por sobre Xóchitl Gálvez de la alianza conformada por PAN, PRI y PRD.

Una parte de la explicación de este arranque de precampañas por paliza es la alta popularidad que todavía retiene el Presidente Andrés Manuel López Obrador, la simpatía por los programas sociales de la 4T, la alta tasa de reconocimiento de Sheinbaum, así como los yerros de Xóchitl Gálvez y el desprestigio de los partidos que la arropan.

Pero hay otro factor poco explicado en el éxito electoral de Morena: el trasvase de priistas a este partido. Al explicar los resultados de su encuesta publicada el pasado 20 de noviembre, Rodrigo Galván, director de De las Heras-Demotecnia, dijo. “Es irónico lo que voy a decir, pero el PRI sigue decidiendo las elecciones en este país”, señaló en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez (Los periodistas, 20 noviembre 2023). Como ejemplo puso las pasadas elecciones locales en Hidalgo y Oaxaca, donde miles de priistas se pasaron a Morena por inconformidad por su partido, por lo que los candidatos de la Cuarta Transformación ganaron hasta por 30 puntos de diferencia. Y en efecto, lo que uno puede ver es que miles de cuadros forjados en el PRI, al ver que su partido ya no gana elecciones y por lo tanto, no les da chambas, se van al actual partido hegemónico. 

Los ejemplos abundan. Cerca de la mitad de los gobernadores de Morena se formaron en el PRI y en algunos casos con trayectorias de décadas. Entre los mandatarios morenistas que vienen del PRI podemos mencionar a David Monreal, de Zacatecas; Layda Sansores, de Campeche, Miguel Ángel Navarro, de Nayarit; Alfonso Durazo, de Sonora; Lorena Cuéllar, de Tlaxcala; Julio Menchaca de Hidalgo; y Américo Villareal Anaya, de Tamaulipas. 

En su gira de recorridos por el país, tras ser nombrada coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum anunció la incorporación de decenas de ex militantes del PRI, algunos de ellos con larga trayectoria y carrera en el tricolor. Entre ellos se puede mencionar a Eviel Pérez Magaña, que colaboró en el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto y quiso ser candidato tricolor en Oaxaca. Otro caso es Jorge Carlos Marín, senador priista con 44 años de trayectoria en el tricolor que abandonó. Aunque no se incorporó directamente a Morena, Marín se fue al Partido Verde, desde donde participa en la coalición morenista.

El caso más claro y cercano a nuestra realidad del trasvase de priistas a Morena es el de la candidata de este partido a la gubernatura de Jalisco, Claudia Delgadillo, quien militó en el PRI por más de 20 años, partido en donde desarrolló una militancia de base y donde ocupó cargos de relevancia, como diputada local y federal. 

Es conocido que Claudia Delgadillo formó parte del equipo cercano de Aristóteles Sandoval Díaz, tanto en la alcaldía de Guadalajara (2009-2012) como en el Gobierno del Estado (2012-2018). Justo al terminar este periodo dejó el PRI porque le cerraron el paso para ser candidata a la alcaldía. Como se sabe, el ex gobernador Sandoval fue asesinado, pero hay evidencias de que Claudia Delgadillo no dejó de tener contacto y nexos con el grupo político del ex mandatario. El vínculo ahora es a través de Kleopatra Sandoval, hermana del ex gobernador, quien ahora milita en el Partido Verde de Jalisco. Es un caso concreto de cómo el trasvase de priistas hacia Morena hace que el viejo partido tricolor siga definiendo elecciones en México. 

rubenmartinmartin@gmail.com

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