El PAN Jalisco frente a la coalición
El PAN en Jalisco enfrenta una de las encrucijadas más complejas de su historia, y vaya que las ha tenido a lo largo de sus casi 80 años de existencia. Cada etapa ha tenido su complejidad y a cada generación le ha tocado sortearla. La diferencia estriba quizá en que nunca como ahora lo que está en juego es la propia sobrevivencia del partido.
Hoy todos los partidos, no solo el PAN y no solo en Jalisco, están en riesgo porque su función en la sociedad y en la forma de hacer política ha cambiado radicalmente. Hemos visto en todo el mundo cómo los partidos se han hecho obsoletos porque no han sido capaces de entender las nuevas formas de participación. Los partidos tradicionales en Francia, España y, si me apuran, en Estados Unidos, dejaron de ser funcionales ante nuevas formas de organización social y ante nuevos liderazgos cada vez más complejos y efímeros.
Enrique Alfaro no necesita al PAN para ganar la gubernatura, pero quizá sí lo necesite para algunas posiciones clave
Dentro de ese contexto, de por sí difícil, el PAN en Jalisco tiene además retos y situaciones muy particulares. Para los azules en el Estado la conformación del Frente, que les puede dar vida a nivel nacional, es una enorme amenaza que los desdibuja y los saca de la jugada, pero la realidad es que tampoco tienen un candidato y oferta propios. Los alfaristas, apropiados de Movimiento Ciudadano, han dicho a quien quiera oír que ellos no quieren la alianza y que el PAN y su historia les estorban. Hay mucho de soberbia en esa posición, que no es de extrañar en el alfarismo, pero mucho también de cierto. Enrique Alfaro no necesita al PAN para ganar la gubernatura, pero quizá sí lo necesite para algunas posiciones clave, como lo es la alcaldía de Guadalajara donde MC y el alfarismo no tienen un candidato fuerte, entre otras cosas porque la forma particular de ejercer el liderazgo de Enrique Alfaro no permite que nada crezca a su sombra. Aunque los naranjas digan pues que no quieren la alianza ésta terminará imponiéndose por la lógica nacional y por las necesidades locales de MC, en detrimento del PAN Jalisco que no podrá ni meter las manos, no digamos opinar.
Si el PAN Jalisco va en alianza para la elección del 2018 en la del 21 estará muerto. Tres años después, cuando ya no existan la alianza y tengan que plantearse competir, estarán en los huesos. Pero la pregunta de fondo no es si el PAN podrá competir sino para qué, cuál es la oferta diferenciada que puede plantear Acción Nacional y es ahí donde, me temo, hoy por hoy no tienen una respuesta. Si el PAN desaparece en Jalisco al Estado no le pasa ni le falta nada, y esa es su verdadera tragedia. Si el PAN ha de sobrevivir tiene que justificar ante los electores su existencia. Ese es su reto y por supuesto que no es menor.