El G20 y cambio climático
Los datos del daño del cambio climático son aterradores y sin embargo hacemos muy poco. Según el último estudio elaborado por las Naciones Unidas, mueren al año 5% de las especies de animales y peces que existen en la tierra, un ritmo de unas 150 especies se extingue al día. Así, solo en esta semana más de mil especies dejarán de vivir.
Asimismo, científicos estiman que tenemos 12 años para frenar el calentamiento global y revertir el crimen generado. Con la Tierra no hay Plan B. Tenemos que remediarlo, y sin embargo las emisiones aumentaron 2% en el 2018, el incremento más acelerado desde 2010. Vamos en la dirección equivocada y urge reducir las emisiones de carbono en muchos frentes. Las energías renovables son una vía indispensable para lograrlo, pero debemos acelerar su crecimiento; que en el 2018 fue de 15%, aunque apenas son una tercera parte del aumento de la generación de electricidad en todo el mundo.
El pasado fin de semana se llevó a cabo en Japón la Reunión Ministerial del G20 sobre transiciones energéticas y medio ambiente, a la cual acudió la subsecretaria de Relaciones Exteriores, quien a nombre de México, subrayó la importancia del combate al cambio climático mediante la protección del medio ambiente, así como la transición energética con acciones concretas. ¿Qué se habrá hablado sobre energías limpias, como la solar y la eólica? ¿Cómo revertir el calentamiento global?
Sobre este tema no tiene desperdicio el documento de Shell, que con base en su metodología de escenarios desarrollaron el documento Sky, que ilustra la posibilidad real de revertir el calentamiento, no solo parándolo, sino incluso bajando la temperatura del planeta 2º centígrados para el 2070. “Ya que necesitamos energía para prácticamente cualquier cosa, lograr los objetivos de Sky requiere reescribir por completo la economía global, para alcanzar cero-emisiones en 50 años.” Lograr un objetivo así de ambicioso, indispensable y urgente, solo será posible con el liderazgo de estas 20 naciones. Sin embargo, las declaraciones del nuevo ministro de Medio Ambiente de la 4T no parecerían estar en línea con esta visión y compromisos. ¡Preocupante y muy distinto a lo expresado por la Cancillería en Osaka!