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El Día “D” de la 4T

Tras más de dos meses de recorridos de las “corcholatas” del Presidente Andrés Manuel López Obrador y más de una semana del levantamiento de encuestas, hoy llegó el día de la verdad para definir el futuro del Gobierno de la autollamada cuarta transformación.

En el desenlace de este miércoles es la 4T la que tiene la presión. Mal que bien, los opositores del Frente Amplio por México (FAM) arrancaron después y terminaron antes su proceso interno sin mayores sobresaltos. 

Xóchitl Gálvez espera a su contendiente de un proceso que propios y extraños ven como una simulación para encubrir la designación presidencial de Claudia Sheinbaum, que pudiera generar rompimientos internos, como la salida de Morena de Marcelo Ebrard, quien a lo largo del proceso denunció cargadas y desvío de recursos públicos para promover a la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

La gran duda es si en caso de dar el campanazo y salir con la candidatura presidencial que él siente que López Obrador le debe desde el 2011 —cuando se hizo a un lado para que obtuviera su segunda oportunidad de jugar por la grande—, Ebrard se olvidará de esas denuncias que implican delitos de cárcel o, si pierde, llevará esas quejas hasta sus últimas consecuencias.   

En medio de esas incógnitas finaliza hoy toda esta aventura surgida en el pragmatismo político a ultranza de AMLO, quien olvidó toda la agenda por la gobernabilidad democrática por la que lucho por años, y sin rubor alguno, con cuatro dedazos en Morena (Sheinbaum, Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal), y otros dos en sus partidos aliados, el Verde (Manuel Velasco) y el PT (Gerardo Fernández Noroña), los puso a competir por la candidatura presidencial morenista, violando flagrantemente los tiempos electorales bajo la simulación de una contienda interna para ver quién era la o el “coordinador de los comités de defensa de la cuarta transformación”. Como ya vimos, fue el paso del piso parejo, que tanto reclamó el tabasqueño como opositor, al del delito parejo, ya que la oposición también simuló buscando al “coordinador del Frente Opositor”.

El proceso morenista, dictado de principio a fin desde el Palacio Nacional, termina con un apuro más. Cuando iniciaron no se veía una figura de oposición en el horizonte, y en el camino vieron cómo la competencia de los opositores despertó mayor interés ciudadano.

Finalmente, llama la atención cómo la desconfianza que hace a nuestros procesos electorales tan caros, de lo que se queja muy frecuentemente el Presidente, se esté repitiendo en una versión corregida y aumentada, en la definición del abanderado morenista. Tuvieron que rentar un bunker, trasladar las encuestas en camiones blindados, guardar en secreto y hasta ayer que las boletas tendrían un sello de seguridad traslúcido, entre otras tantas medidas de seguridad. Como que los morenistas no creen mucho en las convicciones democráticas de otros morenistas.

Así el Día “D” de la 4T.  

jbarrera4r@gmail.com

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