Edomex: de debates y moderadoras
Morena no quiere que Delfina Gómez vaya al segundo debate de candidatas del Estado de México.
Tiene lógica lo que el partido de la maestra pretende: minimizar los riesgos para ella como candidata puntera, galvanizar la ventaja que hasta hoy tiene, no abrir resquicio alguno porque, a dos semanas de la elección, un resbalón de la morenista le complicaría la vida.
En esa línea, Morena ha pedido cambios al formato de la cita del 18 de mayo, que incluyen quitar a la moderadora acordada, según ha denunciado Pamela Cerdeira, la candidata a moderar que las alianzas habían pactado.
No tengo pruebas, pero tampoco dudas: no es que Morena tema a Pamela, es que no quiere el debate, y cuestionar a la periodista es una vía para el fin que persiguen: les sale más barato reventar el debate cuestionando la moderadora y el formato que ir al mismo. A ver si me explico.
Hoy es evidente que lo que se decía por todos lados era cierto: Morena siempre temió a los debates en el Edomex por el mal desempeño de la maestra Delfina en ese tipo de ejercicios hace seis años. Y porque en este periodo se han acumulado sentencias que podrían ser gravosas para la candidata, en concreto para su imagen de honestidad.
Entonces, calcularon que no podrían dejar de ir al primer debate (ocurrido el 20 de abril). Pero la fecha ayudaba en dos sentidos. Era muy temprano en la campaña, así que, en caso de un resbalón de la maestra, tendrían tiempo para recuperarse. Y si libraban venturosamente el trámite, podrían hallar la forma de saltarse la segunda cita.
De cualquier forma, el debate era un riesgo. ¿Cómo minimizarlo? Aceptando que lo moderaran periodistas críticas. Cualquier periodista que nadie pudiera identificar con Morena, sus aliados, su causa, su público, su presidente... Así llegó al primer encuentro Ana Paula Ordorica. Ella quizá no lo sabía, pero sería instrumental para el morenismo.
En el escenario de que a la maestra Delfina le fuera mal, Morena saldría con todo a decir que habían emboscado a su candidata, que el formato estuvo diseñado a modo de la candidata priista, que los poderes fácticos quieren detener la transformación, que la candidata Gómez había sido víctima de una celada, que Televisa esto y lo otro…
No pocos vimos ganar el debate a Delfina Gómez. Yo escribí eso y lo sigo pensando: porque quien lleva la delantera tiene todo qué perder y muy poco qué ganar en un encuentro de esos. Y porque se había hecho un mito sobre la “mala actuación” que la maestra tendría. No hubo tales cosas, a pesar de los intentos de Alejandra del Moral.
Y sin embargo, ¿qué dijo Morena durante y después del debate? Que Ordorica era parcial, que eran dos contra una (moderadora y priista vs la maestra), que había preguntas racistas, que no dejaban hablar a la morenista, que esto y lo otro… Se curaron en salud, les salió la jugada. Ya tenían el guión y lo usaron aunque la maestra no necesitara esa ayuda.
El PRI mexiquense no entendió oportunamente que el segundo debate tendría que ser moderado por una periodista identificada con Morena, para que no le hicieran lo que le están haciendo. Porque haya o no segunda fecha, los morenistas van a decir que renegocian porque los quieren fregar.
Lo de Morena contra Pam no es personal como no fue contra Ana Paula. En campaña se recurre a todo para avanzar y evitar el avance del contrincante. El otrora mañoso PRI no vio que el formato le perjudicaba. ¡Chin!
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