Economistas vs meteorólogos
¿Cuántas veces se puede cambiar la proyección del indicador de crecimiento económico? Instituciones formales y reconocidas dentro y fuera de México han cambiado su cálculo varias veces en lo que va del año.
En el futbol o cualquier otro deporte esto no sucede. Los analistas solo pueden hacer sus apuestas antes que inicie el juego. Para eso toman en consideración toda una serie de variables y datos estadísticos de los jugadores. Si un jugador estrella se lastima a medio tiempo esto no da licencia para cambiar sus predicciones. Y si lo hiciera, esta no sustituye la apuesta original. En el mundo de la economía -al parecer- funciona distinto. Desde noviembre del año pasado hemos escuchado todo tipo de proyecciones para el crecimiento económico, cada mes con un porcentaje distinto, siempre a la baja. Sin embargo, la información siempre ha estado ahí. Por ejemplo, AMLO siempre habló de cancelar el NAIM, construir la refinería de Dos Bocas, bajar los sueldos en la administración pública, hacer la revocación del mandato, etcétera. Toda esta información debió considerarse en las proyecciones antes de lanzarlas. Es como si los meteorólogos usaran la vista en vez de satélites para pronosticar el clima. No se puede argumentar que de repente se están viendo las nubes, estas siempre estuvieron del otro lado de las montañas y el viento soplando en nuestra dirección.
A nivel internacional, la OCDE redujo su pronóstico de crecimiento de México para el 2019 del 2% a 1.6%. El Fondo Monetario Internacional lo redujo de 1.9 a 1.6% Según Gita Gopinath, economista en jefe del FMI, esto se debe a la “incertidumbre política en el país”. Bank of America Merrill Lynch recortó a 1% su estimación del 2% original. El Banco Mundial recortó sus proyecciones de 2.5% a 1.7%. La calificadora Fitch Rating paso de 2.1% a 1.6% alegando una “desaceleración en la economía”.
Internamente los cambios en las proyecciones tampoco han faltado. Especialistas del sector privado consultados por Banxico recortaron su expectativa de crecimiento por sexto mes consecutivo y la dejaron en 1.52%. Desde la perspectiva oficial también ha habido cambios, la Secretaria de Hacienda bajó la perspectiva de crecimiento, de entre 1.5 y 2.5%, a entre 1.1 y 2.1 %.
Por otro lado, AMLO prevé un crecimiento promedio sexenal de 4% y una estimación de 6% para 2024. ¿Será posible esto? ¿Quién tiene razón? Ambos. El indicador de los expertos únicamente contempla la economía formal; el sector informal no es considerado. Desde la perspectiva del sector formal, la proyección siempre debió haber sido de menos del 1% para este año. Las políticas que se han anunciado hasta hoy parecerían estar enfocadas en fortalecer el crecimiento económico y el ingreso per cápita del sector informal. Este sí podría crecer al 4% o más.
El Presidente y su gabinete cuentan con un apoyo histórico de más del 70% de la población, según las encuestas. Cabe preguntarnos ¿Qué tanto importa a la población el indicador formal? Con un 57% de la población ocupada que corresponde al sector informal (30.8 millones de votantes) es difícil creer que este indicador sea el determinante para evaluar la gestión de un presidente, al menos no en México. Todavía peor si a esto sumamos que desde 2008 la confianza en las instituciones ha venido decreciendo. Académicos y especialistas tendrán que estar atentos para valorar los resultados. Es probable que algo en la fórmula de análisis del electorado mexicano esté cambiando.