Economía o despilfarro
Hace ya tiempo que me hace ruido en la mente este tema, pero apenas si me atrevo a tocarlo porque en realidad yo no sé ni mucho ni poco de economía, aunque de despilfarro sí.
A pesar de reconocerme inexperta, sí percibo que en nuestros ambientes hay ciertas cosas que no funcionan, y que al paso que vamos, no se perfila un futuro muy halagüeño.
Por una parte, yo insistiría en la producción a todos los niveles, en reciclar y cuidar.
También a niveles caseros se puede producir, hay quienes siembran en sus pequeños huertos y hasta en sus macetas, tomates, chiles y otras plantas elementales pero muy necesarias en casa. Los viveros verticales que en cierto momento se pusieron promover, ya ni los recordamos y como que era muy buena opción.
También hay quienes hacen en casa, con poco dinero, lo que compran embolsado, o envasado, pero de menor calidad
Pero eso sí, nos hemos creado una mentalidad consumista que no nos deja utilizar juiciosamente los bienes que caen en nuestras manos. Y hasta hemos creado eslogans que se han vuelto célebres como si fueran frases célebres.
“Si es más caro, es mejor.”
“Comprado sabe más bueno que hecho en casa.”
“Ya pasó de temporada, ya no lo quiero.”
“Es de la última moda.”
“Es la versión más reciente.”
“La última edición.”
“Tirar y usar”,
Eso es lo que nos han ido enseñando a través de la publicidad.
A nivel nacional
No recuerdo que se use la frase: “Lo hecho en México, está bien hecho”.
Más bien: “…mmm es de importación.”
Tampoco se escucha aquello de que: “consuma lo que el país produce.”
Por otra parte, a nivel nacional sí se escucha de los altos impuestos que se imponen a pequeñas empresas que trabajan con diez o quince empleados, que muy pronto podrían pasar a ser desempleados, porque con la demanda tan reducida de lo que producen y los tiempos de trabajo tan limitados la microempresa no podrá sostenerse.
Por otra parte, sí se beneficia a grandes compañías que trafican, compran, venden y acarrean, inundan de publicidad y se llevan a otras latitudes, la poca riqueza que podría levantar al país.
En otro rubro, las noticias hablan casi todos los días de miles de millones que ofenden a quienes nunca han podido comprarse ni siquiera unos zapatos que cuestan cuatro cifras, y luego hay también quienes presumen de filántropos porque reparten lo que, en una forma o en otra estafaron a otros.
Y luego hay otro tipo de compra-venta en que todo es ficticio. Es el mismo dinero que circula de mano en mano pero que nada mas gira.
En fin, creo que una buena economía que levante un país como el nuestro, tan rico en recursos naturales, está todavía por inventarse, y no se trata de dinero, sino de satisfactores que lleguen a todos y alivien la pobreza de unas mayorías, porque lo que vemos es que los ricos son cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres.
Ciertamente en estos rubros, hay mucho que pedir a Dios como “milagro”.