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Ebrard no leyó, no entendió o mintió

Así como causó revuelo la reintegración activa -porque nunca se fue- de Marcelo Ebrard a Morena, se va a “alborotar el gallinero” entre el ex canciller y Claudia Sheinbaum. Porque si bien es cierto que el lunes Ebrard dijo sentirse contento por la promesa de que se van a corregir y castigar a los responsables de las fallas en el proceso de selección de candidato a la Presidencia y que se le va a dar su lugar por representar “la segunda fuerza” interna en el partido, “porque ya había comenzado la cacería -en contra de quienes lo apoyan al interior del movimiento-”, dijo Marcelo, la reacción de Claudia el martes fue completamente contraria. Se le ofreció a Ebrard corregir procesos, pero no reconocerlo como “la segunda fuerza” del partido, según dijo Sheinbaum.

En una entrevista concedida el lunes en Radio Fórmula, el ex canciller dijo que en las últimas dos semanas habló un par de ocasiones con Claudia y en una de ellas le hizo saber que él representaba “la segunda fuerza de Morena” y aparentemente Sheinbaum lo reconoció. Y fue por ello que Ebrard se preguntó, “¿entonces, por qué me voy? Si lo que quiero es seguir luchando… porque mi aspiración es ser Presidente”. Y el entrevistador le preguntó: “Entonces ¿te quedas?”. Y la respuesta fue muy clara: “SÍ, PERO SOBRE ESTAS BASES”.

Sin embargo, el martes Sheinbaum reaccionó a la declaración de Ebrard y en un mensaje a través de las redes sociales, la candidata del oficialismo dijo que a Marcelo se le entregó un documento aclaratorio sobre sus inconformidades del proceso, “que yo mismo ayudé a redactar”, dijo Claudia, donde en el último párrafo dice textual: “Todos los esfuerzos deben ser orientados a ganar abrumadoramente las elecciones presidenciales, legislativas, estatales y municipales, para dar continuidad y ampliar los logros de la Cuarta Transformación y el legado del Presidente Andrés Manuel López Obrador. A partir de ese triunfo, debe haber un llamado al fortalecimiento de Morena. Nuestro partido no debe caer en los usos del viejo partido de estado, NI EN LA LÓGICA DE CORRIENTES PARTIDARIAS QUE TANTO DAÑO HICIERON A LA IZQUIERDA…”.

Así que aparentemente “las bases” de las que Marcelo habla no están dadas ni aceptadas por parte de quien APARENTEMENTE tiene el “bastón de mando” dentro del Movimiento de Regeneración Nacional y Marcelo está en el entendimiento de que representa a “la segunda fuerza”. ¿Qué pasó? Que Marcelo no leyó el último párrafo del documento que le entregaron, no lo entendió o sencillamente mintió. A la postre, esto solo se puede interpretar como el preámbulo de un nuevo “pleito” al interior de Morena entre los dos “pesos pesados”; uno que tiene el respaldo del inquilino en Palacio Nacional y el otro que quiere ser Presidente, pero que da la impresión que cada día se “hunde” más en sus aspiraciones.

¿Usted, qué opina?

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