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EU le entra al pleito 4T vs SCJN

A la confrontación inédita entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial de la Federación en los 200 años de vida constitucional de este país, y que ha degenerado en el cruce de denuncias contra el ex ministro presidente, el hoy morenista Arturo Zaldívar, y el contrataque de éste contra su ex compañera, la actual presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, le entró ayer con todo el Gobierno de Estados Unidos, con la respuesta de su Departamento de Estado a las críticas de Andrés Manuel López Obrador.

Ayer, por segundo día consecutivo desde su rueda de prensa mañanera el Presidente calificó como una “intromisión en la política interna” de México, el informe anual de Derechos Humanos del Departamento de Estado, que se realiza desde 1977 como guía para definir la ayuda que autoriza el Congreso para los distintos países con los que colabora en distintos programas.

“¿Qué tienen que meterse en el asunto de las diferencias que tenemos con el Poder Judicial?” volvió a reclamar ayer López Obrador a propósito de la observación que se hace en el Informe 2023 respecto a las constantes embestidas presidenciales contra la Corte y su titular, lo que consideró violenta el derecho internacional, la independencia y la soberanía nacional. Les achacó además que desde hace dos siglos no sólo opinan sino intervienen militarmente en los países que no se someten a los intereses del Gobierno estadounidense.

Este discurso antiyanqui al que recurre frecuentemente AMLO para jugar para la tribuna y su voto duro, recibió como nunca, una respuesta casi inmediata por parte de Vendant Patel, el portavoz adjunto del Departamento de Estado de EU, quien a pregunta expresa, dijo que el Informe no vulnera el derecho internacional ya que esta hecho a “partir de informaciones creíbles de medios de comunicación, organismos gubernamentales, actores de la sociedad civil, embajadas y consulados”.

Habrá que ver si este cruce de opiniones no tensa nuevamente las relaciones diplomáticas México y Estados Unidos como paso justó hace dos años en abril por el tema del combate al narcotráfico y los litigios por la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica.

Sin ser tiempos electorales, las diferencias escalaron por los desencuentros de López Obrador con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, al que llamó injerencista por alertar sobre las muertes de periodistas en México, y con el encargado de las políticas de medio ambiente de Estados Unidos, John Kerry, por los cambios de la política energética de México, ya que violaban acuerdos del Tratado Comercial de Norteamérica (TMEC).

Habrá que ver si no sobrevienen visitas de última hora de alto nivel México-EU en Palacio Nacional.

jbarrera4r@gmail.com

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