Dukas salvó la función
Es posible que la versión provinciana de “la retórica patriotera” -que diría Enrique Serna- influyera en la buena entrada que registró el cuarto concierto de la Segunda Temporada 2023 de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), la noche del jueves en el Teatro Degollado. El cuento ponderaba “el talento musical jalisciense”, y el resultado fue patente en la taquilla y en la sala. Lo de menos fue que quedara la sensación de que los concurrentes fueran mayoritariamente turistas, y escasos los parroquianos habituales.
También influyó, seguramente, la presencia de Guillermo Salvador, esta vez como director huésped de un ensamble del que fue eficiente conductor titular hace varios años, pero los sobrevivientes de cuya gestión podrían contarse con los dedos de una mano.
El caso fue que el poema sinfónico “El Aprendiz de Brujo”, de Paul Dukas, partitura calificada como de “música clásica ligera” -cuando no peyorativamente como “caballo de batalla”- salvó la velada; primero, porque quizás fuera la única obra del programa con que estaban familiarizados los asistentes; y segundo, porque tanto la lectura de Salvador como la interpretación de la orquesta fueron excelentes.
La claridad narrativa de una partitura que, en efecto, no solo tiene gracia y colorido musical sino también belleza, así como riqueza de recursos tímbricos, por el equilibrio de secciones y la dosificación de las dinámicas justificó las cálidas ovaciones con que se cerró la velada. Ovaciones muy diferentes -hay que decirlo- tanto a los aplausos inoportunos que surgieron en una pausa del primer movimiento (preludio) de la “Suite para Cuerdas”, de Manuel Enríquez, que abrió el programa, como a los que aparecieron al final de la obra, e incluso a los que surgieron tanto al final de “Influencias”, de Manuel Cerda -cuyo segunda parte (solo para cuerdas) es una caricia para el oído-, con todo y la presencia del compositor en uno de los palcos de anfiteatro, y aun para “El Festín de los Enanos”, de José Rolón, al inicio de la segunda parte del programa.
Más allá de la intención de recordar a varios compositores jaliscienses, la triste realidad es que sus obras siguen sin ganar un lugar en el gusto de los melómanos, ni mucho menos en los repertorios de las orquestas.
El programa, como de costumbre, se repite este domingo, a partir de las 12:30 horas, en la misma sala.