Ideas

Dudas sobre Edomex 2023

Hace doce años al entonces mediático gobernador del Estado de México le faltaba una sola cosa para amarrar la candidatura presidencial.

El sueño de Enrique Peña Nieto de llegar a Los Pinos dependía de que su delfín ganara la elección mexiquense de 2011. Puesto en esa misión, el mandatario estatal no dudó en sacrificar a su primo Alfredo del Mazo, y hacer en su lugar candidato a Eruviel Ávila.

Y es que por más matrimonio con artista televisiva, por más alud de spots donde el Edomex era casi casi el paraíso en la tierra, por más que llevara años apoyando candidaturas de su partido a gobiernos estatales, si el designado por Peña Nieto no hubiera ganado en su tierra en 2011, las aspiraciones presidenciales de quien hoy radica en España se habrían, digamos, complicado.

Peña Nieto tenía incentivos de sobra para hacer lo que fuera necesario para no entregar el Edomex a alguien de la oposición. No solo se trataba de impedir la alternancia, sino de catapultarse a las presidenciales de 2012.

Cuáles en cambio son los incentivos del gobernador Alfredo del Mazo para jugarse el todo por el todo en la elección del Estado de México del año entrante.

¿Del Mazo quiere ser candidato presidencial en 2024? Entonces se le está haciendo tarde no sólo para decirlo, sino para hacer sentir a la sociedad que él como gobernador será en 2023 el dique en el que la marcha triunfal de Morena en las gubernaturas se estrellará. Y que esa victoria, además, será un ensayo de lo que le propinará a los morenistas en el plano federal un año después. Nada en el actuar de Del Mazo permite decir que esa es su ambición.

¿Será que acaso lo que busca Del Mazo es quedarse el año que entra con el PRI, dada la extrema unción que semanalmente le dan desde Campeche a su actual presidente Alejandro Moreno? Si ese fuera el caso, ¿tendría sentido afrontar ese desgaste personal, y el riesgo de confrontación con Palacio Nacional, para a final de cuentas heredar una estructura desprestigiada, desunida y en el peor momento de su historia?

En estas horas, luego de que Morena ha iniciado su proceso de selección de candidata en el Estado de México, y sobre todo luego de que en la mañanera se le recetó a Enrique Peña Nieto el calambre más severo en contra de un ex presidente de lo que lleva la administración de López Obrador, el gobernador Del Mazo debe estar ponderando si se le alinean o no los incentivos para enfrascarse en una batalla contra la maquinaria, nacional sin duda, que Andrés Manuel desatará en los comicios mexiquenses.

Máxime que Del Mazo lleva una buena relación con Palacio: AMLO le ha apoyado para terminar obras que el pariente incómodo de Alfredo dejó tiradas, le reactivará un aeropuerto (Toluca) y le puso en su terruño uno nuevo (Felipe Ángeles), y le ha tenido consideraciones políticas específicas: el mismísimo secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández opera con la bancada de Morena en el congreso mexiquense para que los diputados guindas le aprueben al gobernador lo mismo que una deuda que el nombramiento de un fiscal.

Con ese contexto, qué incentivos tiene Del Mazo para elegir dar una carísima batalla (porque encima costaría mucho, pero mucho dinero en este tiempo de vacas flacas), en vez de dejar que lo que queda de su partido haga lo que pueda el año entrante.

Ni modo que él también quiera arriesgarse a terminar viviendo en Madrid. Mucho Atlacomulco para tan bella, pero pequeña, ciudad, ¿no?

Síguenos en

Temas

Sigue navegando