Dinero regalado
¿A quién no le gusta recibir dinero regalado?, supongo que a nadie. Ese es el mismo caso de las remesas que llegan al país. Las que al mes de agosto contabilizaban un total de más de 41 mil millones de dólares de dinero gratis.
Las remeses son todos esos dineros que se envían desde el extranjero a las familias en el país. Envíos que hacen los mexicanos que se han ido del país y que al encontrar trabajo mandan parte de sus ingresos a sus familias en México.
De acuerdo con Banxico, en promedio cada envío es de 479 dólares. Unos 8 mil 600 pesos por mes.
Este monto de dinero regalado ha venido creciendo desde el año 2013 y no han dejado de crecer. Es cierto que desde siempre, ha existido la tradición de “irse a trabajar al otro lado” como una alternativa para los hombres jóvenes en búsqueda de un ingreso o formar un patrimonio.
Pero solo recientemente, con el desarrollo de los medios electrónicos de pagos y las transferencias digitales de dinero es que el Banco de México ha podido seguirles la pista a las remesas y cuantificar su importancia.
Antes, mientras que el dinero se podía perder en el camino, ahora las transferencias electrónicas son más seguras y cuantificables.
En 2013 el envío de remesas a México era del orden de los 20 mil millones de dólares. Una cifra que venía recuperándose después de la crisis financiera del 2008, cuando la incertidumbre económica golpeó la generación de empleos en los Estados Unidos y los migrantes mexicanos se la vieron difícil para conseguir empleo y mandar dinero.
Para 2021 las remesas ya se habían duplicado, alcanzando los 40 mil millones de dólares y en menos de 2 años más, ya habían rebasado los 60 mil millones de dólares. En solo 10 años, el envío de dinero gratuito a México se ha duplicado por 3, convirtiéndolas en la principal fuente de divisas de este país.
Mientras que el petróleo, que solía ser la fuente número uno de dólares para México, apenas hoy contabiliza una tercera parte de lo que aportan los migrantes. Y ya no digamos como se quedan frente al turismo, otro de los sectores que no logra, ni de lejos, alcanzar a las remesas.
Las remesas superan a todo el dinero que gasta el gobierno federal en todos los programas sociales juntos. Casi tres veces más dinero recibe México de a gratis, que todo el dinero gastado en programas sociales por este gobierno.
El principal programa social en México que atiende las necesidades de las familias de alimentación, vivienda, vestido, calzado y educación lo financian los migrantes mexicanos. No el gobierno.
Ese dinero gratis tiene muchas ventajas, pero también una clara desventaja: su flujo depende del ritmo de la actividad económica de los Estados Unidos.
Si allá les viene una recesión, las remesas disminuirán y las familias en México lo resentirán. Esperemos que la recesión que viene para Estados Unidos, sea benévola con nuestros migrantes y de rebote, con nosotros de este lado de la frontera.