Ideas

UdeG: unos más iguales que otros

Cuenta la conseja popular que, en un pueblo lejano, había un alcalde profundamente racista al que le costaba trabajo cumplir con la norma constitucional de la igualdad. Finalmente, un buen día, durante su informe de Gobierno proclamó lo esperado: “en este pueblo todos somos iguales, pero… -dijo después de una pausa dramática- tendrán que reconocer que habemos unos más iguales que otros”.

Algo similar dijo el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, en respuesta al reclamo de su preferencia por Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena, a quien trató con una deferencia muy distinta a como recibió al candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, y a la candidata del Frente, Xóchitl Gálvez.

No es lo mismo recibir que acompañar, y si el rector tiene alguna duda al respecto ahí está el diccionario. Según la Real Academia de la Lengua Española, recibir es, en su acepción número nueve, admitir visitas, ya en día previamente determinado, ya en cualquier otro cuando lo estima conveniente. Acompañar significa, en su acepción número uno, estar o ir en compañía de otras personas, y en su acepción número cinco, participar en los sentimientos de alguien.

El rector recibió a la candidata y al candidato de oposición; acompañó a la candidata oficial. No es para nada un trato igual. Claramente su voluntad está con la candidata de Morena, partido del que, dice, tuvo la oportunidad de ser él mismo candidato a Guadalajara, pero prefirió quedarse a cuidar la Universidad. Y sí, sin duda fue una decisión institucional correcta y plausible. Fue una decisión personal. Quedarse como rector en lugar de irse de candidato, como él lo decidió, tiene implicaciones, y una de ellas es que está obligado a la neutralidad: él no se representa a sí mismo ni a sus oportunidades dejadas de lado, sino a la comunidad universitaria. Dicho en las cursísimas palabras del Presidente López Obrador que a su vez las copió de la no menos cursi expresión de Fidel Castro: él ya no se pertenece, su vida pública está marcada por el cargo que representa.

A los altos mandos de la Universidad de Guadalajara les cuesta trabajo entender que son burócratas y que están obligados como cualquier funcionario por la Ley de Servidores Públicos. Como académicos tienen la misma libertad que un ciudadano común; como funcionarios las mismas limitantes y restricciones que cualquier servidor público, aunque a los dos les pague el Estado. Así como no es lo mismo ser maestro que Secretario de Educación, tampoco es lo mismo ser maestro o académico de la universidad que rector. Ricardo Villanueva, como máximo representante de una entidad pública, está obligado a la neutralidad, aunque esa palabra hoy parezca estar pasada de moda o fuera del diccionario político. A los ojos de la universidad no puede haber unos más iguales que otros.

diego.petersen@informador.com.mx

Síguenos en

Temas

Sigue navegando