Morena: la batalla por Jalisco ya comenzó
Claudia Sheinbaum y Morena quieren a Jalisco bajo su control. Saben que no ganaron la elección, pero tienen claro que están a un tris de lograrlo, que el momento de atacar es ahora, cuando Movimiento Ciudadano está dividido y debilitado.
Los mensajes de la virtual presidenta electa son claros: no recibirá al virtual gobernador electo Pablo Lemus ni hablará con el gobernador Enrique Alfaro hasta que el tribunal haya fallado sobre la impugnación que interpuso Morena, lo cual puede prolongarse hasta los primeros días de diciembre. En el inter todo puede pasar, desde que el Tribunal decida anular la elección, más por cuestiones políticas que por una duda en el resultado (la distancia es de 220 mil votos, equivalente a casi seis puntos) hasta que las cúpulas políticas de ambos bandos lleguen a un acuerdo para que los naranjas se plieguen al nuevo gobierno federal.
El mariscal de campo designado por Sheinbaum para la conquista política de Jalisco es Mario Delgado, actual presidente de Morena y futuro secretario de Educación Pública. La instrucción es cambiar los rostros de Morena y refrescar todas las delegaciones federales con cuadros políticos que puedan crecer. El diagnóstico compartido es que los fracasos de Morena en Jalisco se deben fundamentalmente a la falta de candidatos competitivos en las elecciones locales. No fue competitivo Carlos Lomelí en su momento; no lo fue Claudia Delgadillo, que tiró a la basura una gran oportunidad; no lo fue José María Martínez, que nunca entró en el ánimo de los morenistas. Los tres estuvieron por debajo de la intención de voto de la marca.
Los nuevos rostros de Morena en Jalisco serán, entre otros, Merilyn Gómez Pozos, Ricardo Villanueva, Pedro Kumamoto, Itzul Barrera y Altagracia Gómez Sierra. De hecho, en los cambios adelantados en la delegación Jalisco del Infonavit todos los puestos serán para el grupo de Gómez Pozos. Ricardo Villanueva podría aparecer en octubre como subsecretario de Educación con miras a convertirse en el candidato a Guadalajara en 2027. En el caso de Pedro Kumamoto se dice que analizan dos opciones: que vaya también al equipo de Mario Delgado en la SEP o que se quede como operador político para darle rumbo a la mayoría en el Congreso. Itzul Barrera será el rostro joven de Morena en Jalisco y Altagracia Gómez la jalisciense más cercana a la próxima presidenta.
La batalla por el 2027 ya comenzó. Los morenistas ya olieron a sangre. Parte de la estrategia es no darle respiro a Pablo Lemus y a los naranjas. Como buenos tiburones, van por todo. La terrible disputa por el poder que ya comenzó puede traer consecuencias graves para el estado: parálisis legislativa, falta de inversión federal, presupuestos atascados. O puede también generar algo muy positivo: la obligación de unos y otros de gobernar bien.
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