Máynez o salir de la intrascendencia
La actitud del candidato de Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Máynez (el Álvarez lo perdió en el camino), durante el debate del domingo ha levantado pasiones. Por un lado, se reconoce que tuvo un papel por encima de las expectativas. Por otro, se le acusa de esquirol, de hacer el trabajo sucio a la candidata oficial, Claudia Sheinbaum, atacando continuamente a la opositora, Xóchitl Gálvez.
En política el peor lugar que se puede ocupar es el de la intrascendencia. Las decisiones tomadas por MC desde las elecciones de 2021 lo llevaron a ese rincón. Defensores de la tercera vía en un país polarizado y confrontado, las resoluciones polémicas comenzaron cuando no presentaron candidato a las elecciones del Estado de México y Coahuila para no estorbar, para que no los culparan de la derrota de la Alianza PAN-PRI-PRD. No pocos lo interpretaron como un favor a López Obrador, dejando el paso libre para la candidata de Morena en el Estado de México.
¿Es cierto que Máynez golpeó más a Gálvez que a Sheinbaum en el debate? Contar los ataques es ocioso, pues ninguno fue un golpe espectacular, lo que fue evidente es que mientras a la primera se refería despectivamente como “la candidata del PRIAN” a la segunda se refirió siempre respetuosamente con su título universitario, “la doctora Sheinbaum”. Eso no es gratuito y si él argumenta que se trata de una traición del subconsciente, entonces sí es un asunto digno de diván político.
Les puede no gustar a los partidarios de Gálvez que MC no comparta la visión maniquea de la política. La paradoja es que quien metió en ese juego a los partidos de la Alianza y lo han jugado dócilmente fue el Presidente López Obrador. Podemos no compartir la visión de país que plantean los naranjas. En lo personal, los gobiernos emecistas de Jalisco y Nuevo León me parecen sobrevalorados y con gobernadores egocéntricos, que cacarean muchos resultados que no son del tamaño de la historia que ellos cuentan (baste citar el tema de seguridad en Jalisco y el fracasado proyecto de Tesla en Nuevo León), pero si están ahí es, en ambos casos, por el deterioro y corrupción de los gobiernos de PAN y PRI. Dicho de manera sencilla; los votantes naranjas son tránsfugas del PRIAN. Nada tiene, pues, de extraño que apelen a ese voto y no al de Morena.
La campaña de Máynez encontró un segmento en el que se sienten cómodos: los jóvenes. Xóchitl no ha sido capaz de hablar con este segmento y a Sheinbaum no le interesan porque no los necesita. La cancioncita pegadora ha hecho lo suyo en cuanto a recordación y conocimiento. Es cierto que son el segmento más importante del padrón electoral, pero más lo es que nunca han votado. Lo que está por verse es que la canción saque los jóvenes a votar, que Spotify logre lo que no ha logrado nadie. Lo dudo.
Guste o no, Máynez y MC están dando su batalla, una lucha legítima por salir de la intrascendencia en la que ellos mismos se metieron.
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