Ideas

Una propuesta no solicitada

Alguien dejó una “propuesta no solicitada” en Casa Jalisco. Así se llama ahora a las ideas de particulares que quieren hacer negocio con bienes y servicios públicos. Antes les llamaban Asociaciones Público-Privadas, las famosas APPs, para financiar el desarrollo con un esquema de riesgo compartido y que tienen todo el sentido del mundo si efectivamente se trata de solucionar problemas de la comunidad y adelantar el beneficio. Ese alguien que dejó la “propuesta no solicitada” propone hacer un segundo piso de paga en la Avenida López Mateos, un proyecto que tiene muchísimas afectaciones, pero una más grave que todas las demás: no soluciona el problema.

Los segundos pisos no son una buena idea por varios motivos: el primero es que, como todos los viaductos, concentran el tránsito en una sola vialidad. Si en lugar de hacer viaductos de primero o segundo nivel se da continuidad y se hacen mejoras a la circulación en calles y avenidas paralelas los automovilistas tendrán otras alternativas. Un segundo motivo es que en lugar de generar una ciudad más compacta los viaductos abonan a la dispersión. Esto es, el problema de todos los ingresos de la ciudad y particularmente de López Mateos es el modelo de desarrollo en estrella, zonas conurbadas que crecen en los alrededores de los ingresos carreteros y sin continuidad de la cuadrícula urbana. Un segundo piso en López Mateos sólo generaría más expansión de la ciudad. Una tercera razón para no apostar por este tipo de soluciones viales es que generan zonas de exclusión. Basta ver lo que el viaducto López Mateos ha generado en algunos corredores, principalmente en la zona de Jardines del Bosque, para pensársela dos veces.

La Zona Metropolitana de Guadalajara tiene un gravísimo problema de movilidad. Pero tenemos que entender que la saturación vehicular no es sino el síntoma, el más visible quizá, de una enfermedad mucho más grave que es la dispersión urbana. Hay otros síntomas que pronto harán crisis, como la falta de agua o la contaminación del aire, mismos que por cierto se agravarán con este tipo de soluciones viales. Hacer un segundo piso de paga le va a solucionar el problema a algunos, los que puedan pagar, y quizá le alivianará un poco y por un tiempo el trayecto a quienes vayan a ras de suelo, pero más temprano que tarde volverán la saturación y el atasco en otro punto.  

Llevamos años apostando a soluciones viales, cada vez más costosas y urbanamente desastrosas que no han generado sino más embotellamientos. Si se trata de una “propuesta no solicitada”, dejo la mía cual mensaje en la botella: sigamos apostando al transporte público y la redensificación urbana. La única solución de largo plazo para la ciudad es atender la enfermedad provocada por la falta de planeación y exceso de corrupción en el desarrollo urbano. 

diego.petersen@informador.com.mx

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