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Los zapatos fosforescentes

Pasado mañana, de acuerdo con las profecías de Dante, el Partido Movimiento Ciudadano tendrá candidato a la Presidencia de la República tras el perro oso que hizo el gobernador de Nuevo León, Samuel García, en noviembre pasado. Ningún político con trayectoria quiso tomar la candidatura porque saben que es de altísimo riesgo. Al final quedaron sólo dos opciones: el presidente del partido, Dante Delgado, y el líder de los diputados naranjas, Jorge Álvarez Máynez. 

Todo parece indicar que la candidatura recaerá sobre el “joven diputado” de 38 años porque contradice un poco menos la campaña iniciada con Samuel que tiene como lema “la nueva política”. Resulta un tanto patético que alguien se considere joven a los 38, pero aceptemos que al menos lo es en comparación con las candidatas de Morena y de la Alianza y particularmente frente a Dante Delgado del que se puede decir cualquier cosa excepto que represente a la nueva política.

Zacatecano, formado en el ITESO en Guadalajara y luego en el Tec de Monterrey, Jorge Álvarez Máynez es el político naranja más destacado de su generación, aunque tampoco es que tenga mucha competencia. Inició su carrera en 2003 a los 23 años, y muy joven también comenzó a chapulinear. En diez años pasó por cuatro partidos: arrancó en el PRD, que era el partido dominante en Zacatecas en ese momento, y muy pronto se pasó al Panal (el partido de la maestra Gordillo) para ser candidato a regidor en una alianza. Ya regidor se unió a la bancada del PRI con quienes navegó esos años. Terminando su encargo se unió a las filas de Movimiento Ciudadano en 2013, donde ha militado desde entonces.

Los méritos políticos de Álvarez Máynez son innegables, como lo es que la candidatura a la Presidencia le queda enorme. Una condición para ser un candidato es que los electores lo conozcan y al diputado zacatecano lo conocen muy poco. Los tres precandidatos que figuraron en su partido desde 2021 fueron Luis Donaldo Colosio, Samuel García y Enrique Alfaro. Máynez estaba en lo suyo, en la Cámara de Diputados, en una posición que no tiene reflectores ni presupuesto.

El riesgo para Álvarez Máynez, o cualquier otra persona que sea el candidato de MC, es pasar totalmente desapercibido en la campaña presidencial. Las candidatas de las coaliciones -Claudia y Xóchitl- tendrán un mundo de spots en radio y televisión, mientras que MC, si bien le va, tendrá una décima parte de cada una de ellas. Es cierto que los naranjas son los magos de las redes sociales, pero se necesita mucho más fosfo-fosfo para dar a conocer a un candidato a nivel nacional.

El candidato naranja llega tarde a la contienda y con debilidad estructural. A estas alturas mantener el siete por ciento de la votación parece un reto difícil de alcanzar para cualquiera que se ponga los zapatos fosforescentes.

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